El Paseo de Macuto, ícono turístico del Litoral Central, ha quedado a merced del olvido. Sus comerciantes denuncian que están sumergidos en aguas servidas desde hace aproximadamente 10 años, y sus espacios deteriorados por la falta de mantenimiento.
«Hidrocapital apaga las bombas, por lo general cuando llueve para que no se dañen, y todo el Paseo de Macuto se inunda de aguas servidas, porque colapsándose las alcantarillas», expresó Leonardo, dueño del kiosco yoicimar.
Esa agua putrefacta cae en la playa, y muchas veces los pescadores se ven obligados a lavar los peces cerca de esas aguas, lo que puede traer como consecuencia una contaminación masiva, en cualquier momento.
El lugar tampoco escapa del colapso de otros servicios públicos: la basura no es recolectada a tiempo, no hay luz eléctrica todos los días, y falta el agua en las tuberías de comercios y viviendas aledañas.
«La Gobernación y la Alcaldía nos olvidan. Nosotros mismos tenemos que hacer autogestión, porque ellos pasan una vez a la cuaresma solo a supervisar», aseguró.
Esperan vender un poco más este fin de semana flexible
Aún los kiosqueros no se han podido recuperar completamente de las restricciones por el covid-19. Contaron que las ventas han mermado mucho, a pesar de que las playas los fines de semana flexible se llenan, pero los bañistas no consumen, pues traen todo hecho desde casa.
Sin embargo, las expectativas se mantienen altas y este fin de semana esperan mucha afluencia de temporadistas y lograrán vender sus sabrosos platos.
Han tenido que armar combos para tener más oportunidad de verle el queso a la tostada: 2 empanadas con un refresco o malta la ofrecen en $2; sopas en $4 y un plato con dos largos, ensalada y ocho tostones a partir de $10. /HB