El Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (Gifmm), del que forman parte agencias de Naciones Unidas, varias ONG y la Cruz Roja, indicó que para 2021 se necesitan alrededor de 641 millones de dólares para poder brindar atención a los migrantes venezolanos que están en Colombia.
A su juicio, recaudar la cifra es fundamental, ya que con ella se puede ejecutar el Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP, por sus siglas en inglés) y responder así a las necesidades en aumento de los venezolanos que salieron de su país en busca de calidad de vida y se encuentran viviendo en Colombia.
Eduardo Stein, representante especial conjunto de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para los Refugiados y Migrantes Venezolanos, destacó la necesidad del apoyo del sector privado y de la comunidad internacional para que se ejecute el plan.
Acotó que los migrantes venezolanos “requieren nuestro apoyo colectivo más que nunca, tanto en términos de asistencia humanitaria urgente, como en el desarrollo de aproximaciones que apunten a soluciones sostenibles en el largo plazo”.
Entretanto, el Gifmm indicó en un comunicado que el plan establecido, además de brindar una respuesta humanitaria de emergencia para con los migrantes, busca facilitar la integración social, económica y cultural de nuestros connacionales en el vecino país, asistencia a las comunidades de acogida y promover su estadía regular en Colombia.
En 2021, el plan espera atender a 1,8 millones de personas, de las cuales 942.000 son venezolanos con que aspiran a la permanencia, 173.000 colombianos y binacionales retornados, 102.000 personas en tránsito y 187.000 en movimientos pendulares, así como 395.000 de las comunidades de acogida.
Según los datos de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), a noviembre de 2020 había 4,6 millones de refugiados y migrantes venezolanos en la región, de los cuales 1,7 millones están en Colombia. Sin embargo, cifras de la OEA sitúan el número global en 5,4 millones.