Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Ampliar unos 100 metros el malecón y culminar el centro de acopio, son algunas de las exigencias de los pescadores de Anare, en Naiguatá, quienes manifiestan que cada día se les hace cuesta arriba salir a la faena, porque deben meter y sacar la lancha al mar, lo que deteriora progresivamente su equipo de trabajo, por ello hacen un llamado a Infravargas para que les preste apoyo.
José Ramón Álvarez, vocero del Consejo de Pescadores y Pescadoras Artesanales “San Rafael de Anare”, explica que la construcción de una bahía para el anclaje de las lanchas, es de suma importancia para el sector porque facilitaría las labores de pesca, ya que muchos de ellos deben dejar los botes en el puerto de Naiguatá y otros sobre la arena, lo que retarda y entorpece la faena diaria.
“Cada vez que salimos a pescar es una odisea. Cuando se dañan debemos sacarlas del agua y nos cuesta mucho trabajo, además los implementos están muy caros. Trabajamos para perder, porque lo que recogemos lo invertimos en el mantenimiento y la mano de obra”.
Señala que no pueden dejar los botes anclados en el lugar, porque cuando hay mar de fondo se les dificulta salir a pescar porque se pueden voltear y perder la embarcación.
“Algunos compañeros bajan la pesca y se van a otros muelles a guardar los botes, porque por las fuertes corrientes se pueden ir a alta mar y luego la situación es peor. Por ello hago un llamado al Gobernador para que nos ayude, somos más de 80 pescadores que necesitamos salir a buscar el pan de la casa”, agregó Álvarez.
Dos años esperando por el centro de acopio y las cavas
Miguelángel Gutiérrez, informa que desde hace dos años están esperando por la culminación del centro de acopio para guardar los motores de las lanchas y los enseres de pesca, informa que el Consejo Federal de Gobierno aprobó parte de los recursos, los cuales, supuestamente, fueron utilizados para levantar las paredes, además de las divisiones de la estructura.
“La casa que teníamos para guardar las herramientas de trabajo era de hierro, y por el salitre de la playa se fue deteriorando poco a poco. Pedimos el apoyo al Consejo Federal y nos aprobó dos millones de bolívares, que se utilizaron para la demolición de los tarantines y fabricación de las paredes, pero aún nos hace falta alumbrado, techo, puerta y las cavas para conservar los pescados”.
15 lanchas esperan por motores
Agrega que unas 15 lanchas están paralizadas por falta de motores y repuestos. Este año, solo han beneficiado a cuatro trabajadores, mediante créditos otorgados a través de Insopesca. “Los motores están caros y no tenemos cómo comprar unos nuevos, y reparar los que tenemos también está difícil. Los pistones, anillos, rolineras y empacaduras están muy difíciles de adquirir”. LB/ mp