Sobrecargados de trabajo se mantienen la única nefróloga y el personal de enfermería que presta servicio en la Unidad de Hemodiálisis del hospital José María Vargas, en La Guaira, ante la falta de personal especializado. La situación ha sido denunciada varias veces desde la inauguración del servicio en 2011.
Juana Hidalgo, familiar de un paciente que recibe diálisis de manera interdiaria desde hace 4 años, asegura que solo hay una enfermera en cada una de las tres salas; cuando, de acuerdo a los protocolos de hemodiálisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debería haber una enfermera por cada tres pacientes.
“Aquí hay un serio problema porque la única doctora que hay no tiene descanso. Hay otros médicos, pero no son especialistas”.
Dijo que es necesario que se aumente al menos a seis el número de enfermeras por sala. “Todas las que están son muy amables, pero están saturadas de trabajo. También hacen falta camilleros, pues cuando hay que mover a un paciente discapacitado, tienen que esperar a que venga el camillero de otro servicio”.
Los pacientes también demandan la activación de un área de hospitalización exclusiva para los pacientes de hemodiálisis que ameritan vigilancia médica, pues cuando requieren ingreso, los llevan a trauma shock y este espacio no está en condiciones para la atención de pacientes renales.
No hay papelería
Otra denuncia que formularon los pacientes es que no hay récipes y tienen que llevar hojas de sus casas para las recetas e indicaciones médicas.
Igualmente, aseguraron que están incumpliendo con los chequeos sanguíneos de rutina, pues el laboratorio del hospital carece de reactivos y tóner para imprimir los resultados de los exámenes.DLR/va.r