Durante mayo, Agentes de la Patrulla Fronteriza encontraron a 7.484 venezolanos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, cifra mayor a los hallados en los últimos 14 años.
Muchos de los casi 17.306 venezolanos que han cruzado ilegalmente la frontera desde enero habían estado viviendo durante años en otros países de América del Sur, reseñó The Associated Press.
La gran mayoría escapa de la problemática económica que afecta al país desde hace varios años. Según datos del gobierno de Estados Unidos, 42% de las familias encontradas provenían de lugares distintos a México, El Salvador, Guatemala y Honduras, los impulsores tradicionales de las tendencias migratorias. En comparación con otros migrantes, los venezolanos llegan a Estados Unidos con una posición financiera más sólida y niveles de educación superior.
La mayoría ingresa por Del Río, una ciudad de 35.000 habitantes, y no intentan evadir la detención, sino que se entregan a los agentes de la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo. Tal es el caso de Lis Briceño, de 27 años y quien después de graduarse en Ingeniería Petrolera, no pudo ser contratada en los campos petroleros de Maracaibo, por lo que se mudó a Chile hace unos años y encontró trabajo en una empresa de tecnología. Pero tras los disturbios antigubernamentales y la pandemia esta empresa cerró, entonces vendió lo que pudo para recaudar los 4.000 dólares necesarios para su viaje a Norteamérica en busca del asilarse.
“Los contrabandistas que se promocionan como agencias de viajes han aparecido en Facebook, alegando que ofrecen transporte sin problemas a Estados Unidos a cambio de unos 3.000 dólares. El elevado precio incluye una salida guiada desde Ciudad Acuña, donde la mayor parte de los venezolanos cruzan el Río Grande”, declaró Tiffany Burrow, quien dirige el refugio de la Coalición Humanitaria Fronteriza de Val Verde en Del Río.
En marzo, Biden otorgó el estatus de protección temporal a unos 320.000 venezolanos.