Rodolfo Ruiz
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Hasta una hora han tenido que esperar los choferes de la Caracas-Litoral para poder llenar los 32 puestos de sus buses, por lo que se quejaron de la crítica situación económica que padece el país, que obliga al pasajero a quedarse en casa y no bajar a las playas para ahorrarse el pasaje que está en 20 mil bolívares.
Alexander Ruiz aseguró que la poca afluencia está obligando a la flota a parar sus servicios, pues no es rentable para ninguno de ellos salir con 6 o 10 pasajeros porque ese dinero no es suficiente para hacerle mantenimiento a los vehículos o comprar algún repuesto.
Indicó que la mayoría de sus compañeros le han pedido al Ministerio de Transporte que dé respuesta con respecto a los abastecimientos, ya que ni cauchos número 8-25-20 tienen.
“Un caucho para los buses cuestan 200 dólares, al igual que el cambio de aceite que sale en 121 dólares quincenales. Ninguno de nosotros ganamos en dólares. Quién puede mantener un bus con esos precios”./jd