Beatriz Rodríguez
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La excelencia fue el sello personal del poeta Alexi Rojas, maestro de profesión quien dedicó parte de su vida la investigación del arte rupestre venezolano, además creó la pintura lítica elaborada artesanalmente a base de piedra triturada y pulverizada.
Construyó su propia simbología como una variante de la pintura, llevando en cada una de sus obras una representación del infinito sin alejarse de los petroglifos.
Fue un cultor incansable, reconocido tanto nacional como internacionalmente por sus importantes joyas que hoy deja como legado al pueblo de Vargas, terruño donde nació un 19 de septiembre de 1951.
El naturalista y conservacionista se desempeñó como director de Cultura y Deportes del Municipio Vargas (1993 – 1995), director de Cultura de la Zona Educativa del estado Vargas (2002 – 2003), director Ejecutivo de la Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (2005-2007) y director del Museo Arqueológico Marapa.
El insigne maestro fue declarado Patrimonio Cultural Viviente del estado y en el 2018 fue reconocido como el escritor homenajeado en el capítulo regional de la Feria Internacional del Libro de Venezuela.
El 27 de diciembre del 2019 falleció a consecuencia de una enfermedad cerebro-vascular y relata la cultora Dinaida Barrios que en días anteriores comenzó a sentirse muy mal. “Fue llevado al Seguro, pero no había médico. Lo mismo pasó en el Periférico. Verdaderamente fue una contrariedad”.
Indica que fue internado en la Clínica Provesalud, donde lo atendieron muy bien, pero la póliza era insuficiente para cubrir los gastos. Hicieron un enlace con la doctora Gladys Requena, quien logró que lo hospitalizarán en el Hospital Militar, donde después de una dura batalla para salvarle la vida dejó de existir.
“Es una gran pérdida para el mundo del arte y su legado debe ser blindado. Alexi Rojas fue un gran maestro”, expresa Barrios./jd