Partidarios del todavía presidente estadounidense Donald Trump, algunos de ellos armados, se concentraron en varias ciudades de los Estados Unidos para protestar alegando que la elección presidencial fue robada, después de que se declarara como ganador a su rival demócrata, Joe Biden.
El propio Trump aseguró que «la elección está lejos de haber finalizado» y criticó que Biden se hubiera «apresurado» a reclamar «falsamente» la victoria en las elecciones. A su vuelta a la Casa Blanca tras una partida de golf, la caravana presidencial pasó cerca de la plaza Black Lives Matter frente a la Casa Blanca, donde una multitud celebra la derrota de Trump. El propio presidente siguió animando la protesta a través de Twitter, insistiendo en que él ganó las elecciones y agitando el fantasma del fraude electoral.
Cientos de personas se han reunido en Lansing, la capital de Michigan, un estado clave para Biden, así como en Atlanta, Georgia, y Arizona para gritar «detengan el robo», a pesar de que las autoridades no han encontrado evidencia de fraude electoral.
En Georgia, frente al congreso estatal de este tradicional bastión republicano, unos mil manifestantes coreaban consignas como «enciérrenlo», «fake news» o «¡esto no ha terminado!» enarbolando banderas tanto estadounidenses como de la campaña de Trump. No ha habido informaciones de enfrentamientos violentos, aunque la policía se desplegó para evitar choques entre los partidarios de Trump y los de Biden, reseñó deutsche welle.
Poco después de que se proyectara que Biden ganaría la carrera presidencial, unos 75 manifestantes pro-Trump se reunieron el sábado por la mañana frente al centro de recuento electoral de Phoenix. Esa multitud aumentó a más de mil en cuestión de horas.