Luis López.- En un rancho vivía Helen Tarazona con su esposo y sus seis hijos menores en el sector Los Caballos de la parroquia Naiguatá. Fue obligada a desalojar el lugar porque éramos invasores y Polivargas les tumbó el rancho. “El jefe de seguridad nos montó en una patrulla y nos dijo que resolviéramos donde quedarnos. Nos dejaron abandonados en Los Corales”.
Comentó que desde entonces ha estado rodando de playa en playa hasta que desde hace once días se instaló en Macuto y en una carpa conviven con sus hijos que tienen entre seis y año y medio.
La abuela Aleida Rincón, dijo que ella se encarga de ayudarlos con alimentos pero que no tiene casa porque labora como servicio en una vivienda, “Solo ayudo con algo de alimentos”, dijo
Tarazona comentó que comerciantes y vecinos le han prestado ayuda solidaria y con un pequeño fogón prepara la comida de sus muchachos, los cuales ya presentan cierta desnutrición.
“Solo nos amenazan con quitarnos los niños con la Lopna pero no nos brindan apoyo para que puedan dormir bajo techo”, comentó.