Paralizadas cirugías electivas en el Seguro

Doriana León, [email protected] Solo estrictas emergencias son atendidas en el único quirófano que funciona en el hospital José María Vargas de La Guaira. Los pacientes de traumatología, cirugía, neurocirugía y pediatría que se mantienen en la lista de espera para ser incluidos en el plan quirúrgico del hospital, seguirán esperando pues cada vez son menos los insumos y materiales que llegan al centro.

“Estamos en una situación complicada pues con un solo pabellón, los médicos nos sorteamos los turnos para poder operar todas las emergencias que llegan. Muchas veces tenemos cesáreas de emergencia y llega un politraumatizado que amerita ingresar a pabellón y debe quedarse en cola esperando que salga un paciente para que ingrese otro. Bajo esta dinámica y la falta de insumos, no podemos operar las electivas”, detalló personal adscrito al hospital quien prefirió el anonimato.

Brenda Farías detalla que su hijo tiene dos meses esperando intervención. “Mi hijo se cayó de una platabanda y tiene una fractura desde hace dos meses. Estoy cuidándolo porque todavía no han podido operarlo. Nos dijeron que las cirugías están paralizadas por falta de insumos y tenemos que seguir esperando”.

En octubre de 2015 fueron demolidas las cinco salas ubicadas en el cuarto piso del centro asistencial. “Esto nos dejó cortos para cumplir las electivas. En la planta baja hay tres quirófanos de los cuales solo funciona uno; los otros dos están inactivos por falta de aires acondicionados”.

Los médicos se quejan de las moscas ubicadas en la sala y la falta de agua en la grifería. “Operamos a todo riesgo. Nos lavamos las manos con agua empozada”.

Destacaron que fallan las compresas, suturas, cepillos quirúrgicos y soluciones intravenosas. “Nos están trayendo suturas de muy mala calidad que comprometen la evolución de los pacientes. Muchos se complican en la recuperación pues el Vycrill no es adecuado para suturar en zonas internas”.

No hay con qué esterilizar los instrumentos

El material quirúrgico y la ropa de las diferentes salas del hospital están siendo esterilizadas en el Canes, en Catia La Mar, pues hace tres semanas se dañó el autoclave o esterilizador del centro. “Todo lo que se está viviendo es por la falta de inversión y mantenimiento en la estructura y en los equipos”.

Los trabajadores del hospital más grande del estado aseguran que ahora dependen de otros centros más pequeños para poder tener asepsia en los instrumentos utilizados. “Antes le brindábamos el apoyo al Materno de Macuto o al Periférico, ahora dependemos de otros”.

Señalan que en el traslado de los materiales de un hospital a otro, se corre el riesgo de que los equipos se contaminen. “Si no están bien tapados luego del proceso de depuración, no es segura la esterilización”.

Continúan renunciando los médicos

El fin de semana pasado el turno obstétrico del hospital estuvo paralizado y todas las emergencias eran referidas al Materno de Macuto o a Caracas. La causa fue la renuncia de otro obstetra, por acoso dentro de la institución.

De acuerdo a datos aportados por el personal del centro, actualmente en la plantilla de especialistas solo cuentan con tres internistas, 11 obstetras, 6 cirujanos y tres neonatólogos. No hay cardiólogos y el único neurocirujano que quedaba fue despedido hace menos de dos meses.

“Tampoco contamos con suficiente personal de enfermería. Enn las guardias de los fines de semana hay una sola enfermera por servicio. La directora del hospital es sexista y solo quiere ingresar a la nómina al personal masculino, porque las mujeres salen embarazadas y piden reposo pre y post natal”.

Dicen que la mayoría de los reposos están siendo convalidados en Caracas, pues las consultas externas están casi paralizadas por la falta de especialistas.

La comida es poca y nada balanceada

En días pasados, el Diario La Verdad reflejó la denuncia de los familiares de los pacientes hospitalizados con respecto a la falta de alimentos adecuados para la dieta de un enfermo. “Desde el domingo hasta el martes no sirvieron nada”, denunciaron en ese momento.

A partir del miércoles volvió la “dieta” para las salas de hospitalización. Sin embargo, las bandejas no llegaron llenas y carecían de proteínas. “Solo sirvieron ensalada de papas con zanahoria y arroz silvestre a unos, mientras que otros más afortunados recibieron pasta con una lonja de jamón. Esto acompañado con un vasito pequeño de sopa y otro de jugo de guayaba”.

Las cocineras señalan que hacen milagros para extender lo poco que llega al comedor. “Solo nos llegó una pieza de jamón y otra de queso. Con esto y algunos aliños, debemos resolver”.DLR/jd

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