Menos de 30 vehículos de las líneas privadas y unos 15 buses de la Alcaldía y Gobernación se aprecian en la ruta Catia la Mar-Caribe. Las paradas se mantienen abarrotadas porque el déficit de servicio es notorio.
Nelson Galvis relató lo que ayer vivió en la parada de Macuto para poder llegar a Maiquetía e igual el tiempo que debió esperar para su retorno. «Hay horas del día cuando más se requiere del transporte y simplemente no aparecen”.
Dijo que el servicio es uno de los problemas que más causa perturbación entre los vecinos y las medidas asumidas son solo paliativos porque los choferes no están siendo asistidos y los buses están cada vez más deteriorados.
«Abandonan la ruta por falta de repuestos y cauchos, aunado al déficit de combustible que obliga a otros a mantenerse varados en sus casas”.
Reiteró que es una persona con discapacidad motora y movilizarse en bus es una necesidad imperiosa, pero es mucho el tiempo que pierde en una parada.
Sin distanciamiento
Galvis manifestó que es lamentable que expongan su salud al ir como sardina en lata dentro de los buses. «Aquí no se cumple medida alguna porque la gente lo quiere es llegar a su casa”.
“No ha combustible y la gente se pelea para montarse en un bus”
Para Herbert Hernández, directivo de la línea Unión de Choferes del Municipio Vargas, no hay gasolina ni gasoil y los presidentes de línea están apoyando a Imvitracv para cumplir con el plan de contingencia. «Se le está surtiendo a diario a 50 carros y son los que están trabajando».
Dijo que a las 6:00 am están equipando y salen desde el Hospitalito a Caribe, pero hay mucha demanda de servicio. «Es más la gente que la cantidad de buses trabajando y lamentablemente es por el déficit de combustible”.
Hernández afirmó que ha sido difícil controlar las medidas de bioseguridad en los buses porque la gente lo que quiere es llegar a su casa como sea y eso escapa de las manos del chofer.
«Él lleva su tapaboca, pero le es difícil controlar al usuario. Eso le corresponde a las autoridades”.LL/jd