El papa Francisco pidió cercanía con las que personas que sufren enfermedades raras, en particular con los niños enfermos, al término del rezo dominical del Angelus, que celebró ante los fieles asomado a la plaza de San Pedro desde el palacio pontificio.
Tras recordar que hoy se celebra el Día Mundial de las Enfermedades Raras y saludar a los miembros de algunas organizaciones que trabajan en este campo presentes en la plaza, el pontífice quiso destacar la importancia de las redes de solidaridad con los pacientes y familiares de estas dolencias.
“Les ayudan a no sentirse solos, a intercambiar experiencias y consejos”, dijo, antes de expresar su cercanía “a las familias y a los enfermos, sobre todo con los niños. Debemos estar al lado de los niños enfermos, de los niños que sufren, hacerles sentir la caricia, la ternura del amor de Dios”, añadió.
Desde el 2008, y debido a que febrero es el único mes que solo tiene 28 o a veces 29 días, la último jornada de este se conmemora el Día Mundial de las Enfermedades Raras, con la finalidad de visibilizar y concienciar a la población sobre estas dolencias.
El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, cardenal Peter Turkson, destacó que “las personas que viven con una enfermedad rara se encuentran entre los grupos más vulnerables de la sociedad. La mayoría de estas enfermedades no tienen cura y suelen ser crónicas, progresivas, degenerativas e incapacitantes; son heterogéneas, se dan predominantemente en niños y requieren tratamientos costosos”.