El papa Francisco nombró este sábado, en una ceremonia en la plaza de San Pedro, a 21 nuevos cardenales, entre ellos el venezolano Diego Padrón; además de dos españoles, tres argentinos y un colombiano.
Ante decenas de miles de personas reunidas en la plaza y la presencia de 75 cardenales llegados para este consistorio y tras la lectura en latín del ritual de creación de cardenales y la proclamación de los mismos, los purpurados se presentaron uno a uno ante el pontífice para recibir de rodillas el birrete cardenalicio rojo y el anillo, que son los dos signos del cardenalato.
18 nuevos purpurados son menores de 80 años y, por tanto, podrán ser electores en un futuro cónclave para elegir al próximo pontífice. Actualmente, hay 137 cardenales electores, aunque cinco cumplirán el límite de edad en estos últimos meses de 2023.
Diego Padrón Sánchez, arzobispo emérito de Cumaná, con 84 años de edad, ha dejado una huella en la historia reciente de la iglesia en Venezuela. Presidió la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) durante dos períodos consecutivos y se destacó como hombre de paz y diálogo en momentos muy álgidos del país.
“Mi alegría es grande, e interpreto que esta designación no es para mi uso personal, sino para el servicio de nuestra Iglesia y de nuestro pueblo venezolano, que bastante lo necesita”, puntualizó en declaraciones a la prensa del Vaticano.
El nuevo purpurado asegura que se siente “más comprometido con la actividad de la Iglesia, como con la suerte del pueblo de Venezuela”.
Afirmó que la justicia y la paz en su país es posible: “Si no lo creyera, estaría perdido”.
“El bien siempre triunfa sobre el mal. Hay mucho trabajo, dificultades e incluso peligro, pero siempre Dios está por encima del mal”, afirmó.
A cada cardenal, se le asignó el título o diaconía de una Iglesia de Roma, símbolo de la ayuda al papa en la diócesis de Roma.