El Papa Francisco dedicó la misa que ofició en el aeródromo de Maquehue de Temuco, en Chile, lugar de detención y de «graves» violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), a las víctimas del régimen militar.
«Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias», dijo el pontífice en su homilía de la «Misa por la integración de los pueblos», ante los aplausos de los asistentes.
Su Santidad pidió un momento de silencio por tanto «dolor y tanta injusticia».
Veintisiete años después del fin de la dictadura, su legado aún perdura en varias áreas de la sociedad chilena.
En sus casi cuatro años de gobierno, la socialista Michelle Bachelet ha tratado de reformar ese legado, en particular en ámbitos como la educación, introduciendo la gratuidad para estudiantes con menos recursos, la tributación o en reformas de índole social, como la introducción de la ley del aborto terapéutico, prohibido durante la dictadura.
Los 17 años de dictadura dejaron un saldo de más de 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos, y Pinochet murió sin ser condenado por la justicia.
Instó además, en la región de la Araucania, cuna de origen los mapuches, la defensa de todas las culturas indígenas, pero también el fin de la violencia.
«La defensa de la cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas. No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro», fue el mensaje que lanzó en un momento de nuevos brotes violentos por las reivindicaciones de los mapuches.
Pero algunos grupos han optado por la violencia para sus reivindicaciones. Horas antes de la llegada del papa se produjeron una serie de ataques contra la policía, tres iglesias católicas y una evangélica.
Además fueron destruidos tres helicópteros que utilizan las empresas forestales para apagar incendios, según autoridades.
Estos ataques se suman a la destrucción de dos pequeñas iglesias la víspera.
Los autores de estos atentados dejaron panfletos en las iglesias alusivos a la demanda mapuche que exige la restitución de tierras.