El Papa Francisco llegó este domingo a Canadá para una visita de seis días durante la cual se espera que pida perdón personalmente a los supervivientes indígenas de los abusos cometidos en las escuelas residenciales gestionadas por la Iglesia católica.
El avión aterrizó poco después de las 11 horas en Edmonton, la capital provincial de Alberta. Pocos minutos después del despegue del avión, el Sumo Pontífice, de 85 años, caminando apoyado en un bastón, fue a la parte trasera del avión a saludar a los 78 periodistas que viajan con él y les agradeció su trabajo y compañía durante este viaje en el que visitará Edmonton, Quebec y Iqaluit.
“Este es un viaje penitencial, lo hacemos con este espíritu”, señaló Francisco, que ha dado preferencia a los encuentros con los indígenas, mientras que las reuniones con las autoridades no se harán hasta el
miércoles en Quebec.
La visita de seis días será esencialmente consagrada a las poblaciones amerindias autóctonas que hoy representan el 5% de los habitantes de Canadá y que se identifican en tres grupos: Primeras Naciones, Metis e Inuit.
Francisco se reunirá por primera vez con miembros de los pueblos indígenas este lunes por la mañana en Maskwacis, provincia de Alberta, unos 100 kilómetros al sur de Edmonton, donde se esperan hasta 15.000 personas.
En la tarde, tiene previsto pronunciar un segundo discurso en la Iglesia del Sagrado Corazón de los Primeros Pueblos de Edmonton. Y el martes celebrará una misa en un estadio de la ciudad donde unas 65.000 personas son esperadas, antes de dirigirse al lago Sainte-Anne, sitio de una importante peregrinación anual, donde se reunirá con antiguos alumnos de la escuela residencial, antes de volver a Roma.
Por su parte, el papa Francisco aprovechó la ocasión, ya que hoy no se celebró el rezo del Ángelus en San Pedro, para explicar que este domingo la Iglesia celebra la jornada dedicada a los abuelos e instó a los jóvenes a acercarse siempre a ellos para conocer las raíces, porque “son ellos los que transmiten las tradiciones”.