El sumo pontífice envió a través del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, una primera ayuda de 250.000 euros «para atender las necesidades de la Iglesia libanesa en estos momentos de dificultad y sufrimiento».
«Esta donación quiere ser un signo de la atención y cercanía de Su Santidad hacia la población afectada y de su cercanía paternal a las personas que se encuentran en graves dificultades», se lee en la nota.
Durante la audiencia general del pasado miércoles, el pontífice argentino pidió rezar por el Líbano para que «con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda hacer frente a este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa».