*Participará durante dos días en los Encuentros del Mediterráneo
El Papa Francisco viaja este viernes y el sábado a Marsella, en el sur de Francia, para participar en los Encuentros del Mediterráneo, una reunión con obispos y jóvenes de los países de la zona, en donde su Santidad centrará la atención en la crisis migratoria y humanitaria que vive Europa.
“El Mediterráneo como mar que une y no divide, como teatro de unión entre diferentes religiones y pueblos” será el telón de fondo de la breve visita de Francisco, señaló el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, además de la razón por la que la archidiócesis de Marsella fue la elegida para acoger la tercera edición de los Encuentros Mediterráneos, tras Bari y Florencia, en Italia.
Serán jornadas de diálogo con representantes de toda la zona sobre la guerra, y no sólo en Ucrania, pero también sobre el medio ambiente, pues en el Mediterráneo se han sentido con fuerza los problemas causados por el cambio climático, según apuntó el portavoz del Vaticano como otros posibles temas que se abordarán también.
Pero, sobre todo, el Papa volverá a realizar un llamamiento a Europa sobre la necesidad de ocuparse de la vida de los migrantes, “personas obligadas a abandonar su hogar y su familia en busca de un futuro, cualquier futuro, navegando por el Mediterráneo convertido en el mayor cementerio del mundo”, como explicó Bruni, recordando las palabras de Francisco en muchos de sus discursos.
La visita se produce una década después de la decisión del pontífice de viajar a la isla italiana de Lampedusa tras el terrible naufragio de 2013, con al menos 368 muertos, y que en las últimas semanas ha vuelto a ser noticia por la llegada masiva de migrantes que han colapsado su centro de acogida y puesto de manifiesto la falta de respuesta de Europa a esta crisis humanitaria.
Además, la visita coincide con un momento en el que Francia ha reforzado la vigilancia de sus fronteras con Italia para impedir el paso de los migrantes que llegan al país.