El papa Francisco acudió este miércoles al hospital Gemelli de la isla Tiberina, en el centro de Roma, para someterse a algunas pruebas diagnósticas, después de que este miércoles explicó que sigue algo resfriado y anteriormente se había comunicado que tenía gripe.
El pontífice ya había acudido en otra ocasión al hospital de la isla Tiberina, una sede del Policlínico Gemelli en el que se ingresa a los papas, para someterse a una tomografía computarizada (TAC) cuando sufrió una bronquitis.
El papa celebró previamente la audiencia general ante miles de personas en el aula Pablo VI del Vaticano, pero afirmó que seguía un poco resfriado y prefirió que la catequesis la leyese un colaborador.
No olvidar a los pueblos en guerra
Pidió que no se olvide “a los pueblos que sufren la guerra como Ucrania, Palestina, Israel y tantos otros”, al final de la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI.
También pidió rezar “por las víctimas de los recientes atentados contra lugares de culto en Burkina Faso; así como por el pueblo de Haití, donde continúan los crímenes y los secuestros por parte de bandas armadas”.
En otro de sus mensajes, el pontífice recordó que el 1 de marzo se cumplirá el 25 aniversario de la entrada en vigor de la Convención sobre la Prohibición de Minas y lamentó que «sigan golpeando a civiles inocentes, sobre todo niños, muchos años después del fin de las hostilidades».
Entonces expreso su cercanía a las numerosas víctimas de estos artefactos que “nos recuerdan la dramática crueldad de las guerras y el precio que pagan las poblaciones civiles”.
Al respecto, agradeció “a todos aquellos que están contribuyendo 56a socorrer a las víctimas y a limpiar las zonas contaminadas” pues “su trabajo es una respuesta concreta a la llamada universal a ser artífices de paz, cuidando de nuestros hermanos y hermanas”.