El gobierno de Panamá anunció este viernes una serie de medidas para frenar la ola migratoria irregular que atraviesa el país a través de la Selva del Darién, la cual se ha incrementado en los últimos años.
Entre las medidas anunciadas se encuentran la deportación de migrantes que ingresen al país de manera irregular; el cierre de los puntos de control y asistencia a migrantes en los pueblos de acogida del Darién; el aumento de la vigilancia y el control en todos los puntos de entrada al país; y el aumento de la solvencia económica que debe tener una persona para poder ingresar al país, de $500 a $1.000.
La directora nacional de Migración, Samira Gozaine, señaló que estas medidas se toman “dentro de nuestras capacidades y presupuesto”. Asimismo, adelantó que incrementarán las acciones para ir paulatinamente y progresivamente aumentando las deportaciones y expulsiones de migrantes irregulares.
Aunque admitieron que no tienen la capacidad para deportar a todos los migrantes, indicaron que iniciarán con aquellos que tienen antecedentes penales.