Una pareja en la localidad argentina de Santa Fe decidió registrar a su hijo con el nombre de Lucifer, sin que las autoridades pusieran objeción por esta decisión de sus progenitores.
Hace poco entró en vigencia en Argentina una nueva ley que prohíbe que los padres pongan a sus hijos nombre considerados ridículos o que puedan ridiculizarlos, pero al realizarse una averiguación sobre los efectos de esta ley se consiguió que solo se ha hecho una consulta por el nombre Lucifer.
De acuerdo al portal noticias.com de Argentina, al Registro Civil no le pareció contra la nueva ley que se pusiera al niño el nombre del diablo.
Los registradores alegaron para dar su consentimiento que la traducción del latín de este nombre significa “Portador de Luz”.