En la fiesta de la Virgen de Guadalupe, que se celebró este martes 12 de diciembre, fue nombrado como párroco de la iglesia Inmaculado Corazón de María el padre Onorio Herrera por otros tres años más, porque desde el 2020 ya venía atendiendo a la feligresía como administrador parroquial.
Durante la misa, presidida por el obispo Raúl Biord, el padre Herrera hizo su profesión de fe y la renovación de sus obligaciones sacerdotales, entre ellas atender la capilla y comunidades que forman la parroquia; animar la oración litúrgica; poner en práctica las orientaciones pastorales del Magisterio Pontificio, del Concilio Plenario y de la Conferencia Episcopal Venezolana.
También, animar la formación de los catequistas, impulsar la catequesis de niños, jóvenes, adultos; cuidar la formación permanente del pueblo de Dios, de la Pastoral Familiar y Juvenil, de todos los movimientos de apostolado, y atender de manera esmerada a los pobres, enfermos y ancianos.
El presbítero Herrera prometió conservar la comunión con la Iglesia católica. “Cumpliré mis deberes como párroco, conservaré íntegramente el depósito de la fe, sostendré la disciplina como una sola Iglesia, observaré con cristiana obediencia aquello que los sagrados pastores declaran como auténticos doctores de la fe y prestaré ayuda a los obispos diocesanos para que la unción apostólica a ser ejercitada en nombre y por mandato de la Iglesia sea cumplida”.
Después del juramento de fidelidad, el párroco Herrera recibió los lugares simbólicos del templo y las llaves de la puerta de la iglesia. “Recibe las llaves de este templo parroquial que regirás desde hoy junto con todas las dependencias que integran el espacio de la edificación parroquial, que sea como símbolo de tu ministerio sacerdotal en esta parroquia, y acércate a los lugares que lo expresen como servicio a la vida en Cristo”, expresó monseñor Biord.
Por último, se les entregó la llave del sagrario y adoración del Santísimo, y firmó el decreto y los libros de registros de sacramentos.
Reaperturán el dispensario José Gregorio Hernández
Durante su homilía, el obispo destacó la juventud del padre Herrera. Dijo que es uno de los presbíteros más joven de la Diócesis y pidió a la feligresía cuidarlo, pero sobre todo a elaborar el plan pastoral parroquial por nueve años. “Hacia dónde va la parroquia, cuáles son los ministerios y comunidades que atenderán, crear la pastoral juvenil, litúrgica y de la catequesis, y las metas”.
Anunció la reapertura del dispensario Doctor José Gregorio Hernández, ubicado al lado de la casa parroquial, gracias a un donativo de insumos médicos que hicieron las hermanas de la Congregación San José de Tarbes e iglesias de otros países que dieron sus aportes.
Monseñor informó que para los primeros días de enero comenzarán a atender al público. Recordó a todos los sacerdotes que ayudaron a su fundación, entre ellos el padre Jorge Bissoni.
Elogió el trabajo del ministerio de música e instó a que los jóvenes aprendan a cantar y a tocar la guitarra. “Tenemos un grupo muy lindo y un proyecto musical para tener cada vez más coros al servicio de nuestra pastoral”.
El padre Herrera agradeció al obispo por su confianza y a los feligreses, quienes los recibieron en medio de la pandemia. Reconoció que esta parroquia ha ido creciendo en medio de las dificultades y se ha ido fortaleciéndose.