Descompensados y con poca fuerzas llegan los pacientes renales que asisten al área de hemodiálisis del Hospital José María Vargas, pues los ascensores no funcionan desde hace más de 20 días. Esto los pone en riesgo cada vez que tienen consulta.
Uno de los familiares expresó: «No es posible que las autoridades del Seguro mantengan los ascensores de emergencia dañados y todo por falta de mantenimiento”.
Señaló que el riesgo que corren estos pacientes es alto, ya que son cargados por camilleros y acompañantes al segundo piso, por lo que llegan golpeados. «Unos van en sillas de rueda, otros en camillas o hasta en sillas improvisadas”.
Le hizo un llamado a los responsables para que manden a reparar de una vez por toda los ascensores. «En esta unidad de hemodiálisis hay pacientes con neuropatías que les impiden caminar y deben subirlos tres veces a la semana en las peores condiciones”.RR/jd
Por Rodolfo Ruiz
Rodolforr_23@hotmail.com