“Estamos cansados de las radicalizaciones que provoca que la medicina general en el ambulatorio Carlos Guillen permanezca cerrada y sin médico de guardia”.
Así lo aseguró María Ramos, habitante de Zamora, quien resaltó que las emergencias son rebotadas por las enfermeras y vacunadoras del centro.
«En el ambulatorio tratan de hacer lo posible por atender a los pacientes, pero de las patologías se encarga el médico de medicina general y no se encuentra».
Agregó que cada vez que hay radicalización el médico se va a realizar el casa por casa dejando desasistida el área.
Manifestó que otro de los problemas que tiene el ambulatorio «es que se está cayendo a pedazos, hay polvo por todo lado. El Ministerio de Salud y Barrio Adentro deberían de abocarse a estas fallas, pues el paciente que entra con dificultad respiratoria empeora”.RR/jd
Rodolfo Ruiz