Con un fuerte dolor abdominal llegó Julio Guarapana al Ambulatorio Alfredo Machado, Catia la Mar, y señaló que no lo quisieron atender por ser la hora de almuerzo.
«El vigilante me dijo que tenía que esperar porque los médicos estaban comiendo y no les podía avisar».
Indicó que eso es una irregularidad, pues ellos deben turnarse para comer y no dejar la emergencia sola.
Hizo un llamado a las autoridades de salud para que tomen en cuenta la denuncia y empiecen a corregir este tipo de situaciones que ponen en jaque la salud del pueblo./BR/jd