* Asegura que fortaleciendo el turismo y propiciando el emprendimiento mejoraría la calidad de vida del varguense
María Lourdes Arráez
mlalaverdad@gmail.com
El candidato a la Alcaldía de Vargas por la coalición opositora regional: Copei, Avanzada Progresista y el MAS, Pablo Da Silva, se define como un socialcristiano de convicción, que cree en los principios y valores como el bien común y el respeto a la dignidad de las personas.
«Tengo el compromiso de trabajar por la justicia social. Mi identidad como socialcristiano me ha dado la fuerza para actuar en política, donde el hombre sea el centro de la acción política para que pueda haber igualdad, bienestar y perfectibilidad de la sociedad civil».
¿Cual es su propuesta para el desarrollo del municipio?
– El municipio tiene que convertirse en un ente promotor de muchas cosas, particularmente del turismo. Tenemos que convertir a la región en un gran centro turístico para que el visitante no sea flotante, que no venga un día y se vaya, sino que pueda incentivar la inversión local del turismo que es la industria sin chimenea y es lo que nos convendría a todos.
Tenemos playas, montañas, el principal aeropuerto y uno de los principales puertos. Eso requiere de una acción combinada con el Gobierno regional y nacional. Estoy dispuesto a acudir a todos los organismos que sean necesarios para juntos hacer un trabajo que pueda consolidar al turismo.
Turismo no es solamente que hayan hoteles, se necesitan servicios, agua, seguridad y salud. Es un paquete que necesita del concurso de todos los entes que actúan en la región para poder desarrollarlo, mejorar y hacer más sólida la economía local.
¿Cómo se logra fortalecer la economía varguense?
– Hay que motivar el emprendimiento para que la gente sea propietaria de pequeñas empresas. Tenemos el ejemplo del mercado de Punta Mulatos, una estructura que quedó así y no le duele a nadie. Cuánta gente pudiera trabajar ahí, cuánto bienestar pudieran generar esas instalaciones, pero está abandonado.
Los guaireños tenemos una experiencia de vida que no la tienen otros debido a la tragedia de 1999. Estamos acostumbrados a guerrear, si tenemos una Alcaldía cercana que impulse el desarrollo de la economía local iremos dando un viraje y tendremos una mejor calidad de vida.
Soy hijo de inmigrantes que creció en un país que le dio oportunidades para desarrollarse como comerciante y quiero que la juventud de ahora pueda tener esa misma oportunidad, por eso me comprometo con los varguenses de que voy a estar vigilante para resolver las carencias del municipio para mejorar la calidad de vida de todos.
¿Tiene algún plan para atender los principales problemas del municipio?
– Cuando pasas por Camurí Chico y ves 40 autobuses de la Alcaldía arrimados te preguntas que tan difícil puede ser tratar de resolver ese problema, pues pareciera que no les importa. Me comprometo a que de llegar a la Alcaldía voy a asumir el problema del transporte. Es increíble cómo hay ausentismo laboral, cómo los niños caminan entre una parroquia y otra en grupos porque no tienen transporte, cuánto se le ha encarecido la movilización a los que estudian en Caracas. Pareciera que es un problema que está de espaldas a la Alcaldía, como si no fuera de su competencia. Como no son de aquí y no tienen vinculación con Vargas, no hay algo que los acerque al municipio, no les importa.
Como alcalde me encargaría de que esos autobuses no sean un museo al aire libre, mientras la gente sufre por el tema del transporte.
¿Y en el caso de la basura?
– No se puede tener una corporación pendiente de buscar un caucho o un repuesto. Hay que buscar empresas especializadas en el tema porque el municipio no tiene la capacidad para organizar el tema de la basura porque no tiene la infraestructura, pero hay empresas que si la tienen, que tienen la posibilidad de hacer ese trabajo concertadamente con los vecinos, porque aquí todo pasa porque la gente se involucre. La Alcaldía no puede estar de espaldas de la gente, el alcalde no puede ser fantasma, tiene que estar en la calle.
Hay ausencia de poder municipal. El relleno sanitario se prende a cada rato porque no hay una maquinaria que haga la disposición correcta de esos desechos sólidos y tenemos contaminadas a las parroquias Urimare y Catia la Mar, desatando enfermedades.
Con el tema de la recolección de basura hasta se puede generar empleos. Hay problemas con el vidrio en el país y aquí la gente lo bota, igual con el plástico. Aquí no se clasifica la basura, hay un mal manejo de los desechos sólidos y una mala ubicación de los puntos de recolección. Yo sería partidario de entregarlo a gente especializada y que nosotros lo supervisáramos.
¿Cómo comerciante, qué cambios implementará para mejorar la recaudación de impuestos?
– ¿Cómo se da el lujo un municipio de tener un año cerrada la página para declarar impuestos, sin poder acceder a las patentes, sin tener información? Por eso se crean unas alcabalas porque no hay manera de obtener la patente por ninguna vía ni sacar una ficha catastral. Se para una actividad económica importante y fundamental para el municipio que permitiría retribuirle esos impuestos al ciudadano en obras, en servicios, en calidad de vida.
Yo creo que una de las primeras acciones que hay que hacer es resolver el tema de los tributos internos, de los impuestos, de las patentes, para darle seguridad a los servicios, al comercio, a los inversores. Simplificar la permisología para que sirva como un mecanismo de atractivo en la región, para que puedan venir a invertir en nuestro municipio.
Hay cantidad de ofertas que podríamos hacer en ese sentido. Yo lo primero que haría sería firmar todas esas patentes que están ahí en un túnel sin salida, que todo el mundo espera para poder abrir un nuevo negocio o continuar.
La funeraria de La Guaira tiene nueve meses cerrada, ¿a quién le sirve eso, a quién le conviene? No puede ser que se salte todo el ordenamiento legal y se pase por encima de las ordenanzas para cerrar un negocio hasta que me de la gana. Eso destruye la economía local, se pierden puestos de trabajo y no hay manera de retribuir a ese comerciante por la pérdida que le genera un cierre tan largo que no se ajusta al ordenamiento legal del municipio, por abuso de poder y atropello en contra del derecho al trabajo y al libre comercio que no debemos permitir.
Por eso necesitamos un alcalde que sea cercano, que viva los problemas del pueblo, para que no pase lo que ha pasado estos últimos cuatro años. No podemos premiar una gestión que ha sometido al pueblo a perder servicios.
«Debemos votar para cambiar este modelo»
El candidato manifiesta que no puede ser que toda la acción de un gobierno esté centrada en permanecer en el poder, que usen la crisis para agudizar la dependencia y chantajear al pueblo.
Señala que utilizan un discurso de que trabajan por el pueblo y que son puro amor, pero sus acciones no son congruentes con sus palabras. “Te obligo a sacar el Carnet de la Patria, si no estas conmigo no te doy la caja, te doy un apartamento pero no el título de propiedad sino una adjudicación».
Considera que el modelo revolucionario fracasó al empobrecer al pueblo con sus controles totalitarios. “Tienen el monopolio de la economía, el control de todo y nada funciona. Por eso es mi lucha, por ofrecer al pueblo un gobierno de equilibrio que atienda sus necesidades».
Invita a los varguenses que padecen por la ineficiencia de la Alcaldía a que salgan el 10 de diciembre a castigarlos con su voto, que no se queden en sus casas y expresen su descontento votando por el cambio democrático./jd