Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), alertó que pese a denunciar este alto índice de desnutrición desde hace más de un año, no se ha obtenido ninguna solución por parte del gobierno.
Durante un encuentro con los diputados la Comisión de Culto y Régimen Penitenciario de la Asamblea Nacional electa en el 2015, destacó que el principal problema de las cárceles venezolanas es el hacinamiento, que actualmente supera 171%.
En un informe presentado por la OVP en 2020, la organización determinó que hay más de 37.543 presos cuando la capacidad instalada no supera las 22.000 plazas, reseñó El Nacional.
Girón aseguró que el gobierno sigue tratando de maquillar cifras de centros carcelarios, pero que la gran realidad es que no cumplen los estándares mínimos impuestos por la Organización de las Naciones Unidas.
La activista por los derechos humanos denunció que 184 presos han muerto en prisión por diversas enfermedades.
El diputado Williams Dávila Barrios, presidente de la Comisión, indicó que presentarán informes ante diferentes organismos internacionales para denunciar las violaciones de derechos humanos de las que son víctimas los presos.
Por otra parte, un informe de Una Ventana a la Libertad indica que, de los 273 calabozos monitoreados, 185 (67,8%) reportaron la presencia de reclusos con enfermedades infectocontagiosas. De un total de 2.091 enfermos encerrados en los calabozos 1.177 (56,3%) están enfermos de los pulmones y de la piel (sarna o escabiosis) y 397 (19 %) tienen tuberculosis.
En enero, el indígena pemón Salvador Franco, detenido a finales de 2019 junto a otros 13 miembros de su etnia, falleció en El Rodeo II con un grave cuadro de desnutrición y tuberculosis. «Lo dejaron morir ya que nunca fue traslado a un centro de salud, teniendo orden judicial desde el 27 de noviembre», advirtió Foro Penal.