*»Aquí hubo un nuevo intento de golpe de Estado promovido por el imperio yanqui», aseguró el presidente de Nicaragua
Daniel Ortega aseguró que los 19 opositores presos a cinco meses de las elecciones «no son «candidatos ni políticos», sino «criminales» que atentaron «contra la seguridad del país, al tratar de organizar un segundo golpe de Estado».
Ortega habló por primera vez sobre la reciente ola de arrestos, durante una visita al mausoleo del desaparecido guerrillero Carlos Fonseca, fundador del Frente Sandinista.
«Eso es lo que estamos persiguiendo, eso es lo que se está investigando y eso es lo que se castigará en su momento», dijo Ortega en la ceremonia televisada. Acusó a los opositores de ser «agentes del imperio yanqui», que «conspiran contra Nicaragua, para derrocar al gobierno».
Los 19 opositores detenidos están acusados de «incitar a la injerencia extranjera» y «aplaudir sanciones» contra el gobierno sandinista, entre ellos cinco aspirantes a la Presidencia, seis dirigentes políticos, un banquero y hasta tres excamaradas de armas de Ortega, todos ellos mayores de 60 años, reseñó Deutsche Welle.
«Que no vengan con el cuento de que son candidatos (…) Aquí no estamos juzgando a candidatos o a precandidatos, sino a criminales que han atentado contra la soberanía del país, intentando organizar otro 18 de abril, otro golpe de Estado para provocar lo que llaman un cambio de régimen», dijo el gobernante en alusión a la revuelta social de abril de 2018.
Entre los prisioneros se encuentran los aspirantes a la Presidencia Cristiana Chamorro (bajo arresto domiciliar), Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora, así como los ex comandantes guerrilleros Dora María Téllez y Hugo Torres. Este último participó en 1974 en una acción armada que permitió liberar de prisión a Daniel Ortega, quien había sido encarcelado por el dictador Anastasio Somoza.
Las detenciones han incrementado la condena internacional contra su gobierno. Este miércoles la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció ante la OEA «una nueva fase de la represión» en Nicaragua, y pidió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el órgano judicial del bloque regional, proteger a cuatro opositores en «extrema situación de riesgo».