La hipertensión puede afectar órganos vitales…y ataca silenciosamente
La hipertensión conocida también como la enfermedad silenciosa, porque no presenta síntomas obvios que indiquen que algo está mal, puede afectar órganos vitales si el paciente no acude a tiempo a la consulta de un especialista para su tratamiento.
El médico cirujano Asdrúbal Rodríguez, del dispensario Sagrado Corazón de Jesús, en la Páez de Catia la Mar, señaló que las complicaciones más comunes son crisis hipertensivas de tipo emergencia que pueden atacar a un órgano diana. Es decir hígado, corazón, cerebro, riñones o pulmones.
“Los casos de hipertensión pueden deberse a factores no modificables como factores genéticos o en pacientes de ascendencia afroamericana. Los modificables son:
1.-El sedentarismo. Tenemos que hacer ejercicios por lo menos 30 minutos, tres veces a la semana. Hay que moverse
2.- El tabaquismo. Fumar es atentar contra la salud y por tanto es un hábito que nos conviene superar y…
3.- Alimentación inadecuada. Se debe cuidar lo que se come, virar hacia una alimentación saludable.
El doctor Rodríguez manifestó que aunque la hipertensión es una patología que no suele reflejar sintomatología específica, hay algunos signos que nos alertan para ir al médico:
A) Dolor de cabeza leve, visión borrosa, fatiga o falta de aire.
B) Si la tensión arterial es mayor de 140/90 milímetros de mercurio, decimos que el paciente es hipertenso”.
El especialista indicó que en el chequeo toman la tensión arterial en ambos brazos, porque la sociedad española y estadounidense de cardiología establece que se utilice la de mayor valor como referencia para la toma de decisiones sobre el tratamiento.
“Existen dos tipos de tratamiento: la farmacológica y la no farmacológica, esta última referida al cambio del estilo de vida y alimentación de la persona. En lo farmacológico dependerá de en qué grado se encuentre el paciente, es decir si presenta una comorbilidad se recomienda una monoterapia, biterapia o una triterapia antihipertensiva”.
El doctor Asdrúbal Rodríguez advierte que la hipertensión no tiene distinción de edad. Se puede dar el caso de un paciente de 35 años hipertenso con alguna otra patología cardíaca, y uno de 65 años completamente sano. Todo dependerá de nuestro estilo de vida y de la condición física.
A sus consultas no solo llegan pacientes hipertensos o con patologías respiratorias y cardiovasculares, con deshidratación y síndrome diarreico. También acuden niños con neumonía adquirida en la comunidad o bronquitis aguda, síndromes virales o febriles, y fiebre causada por el dengue.
“Estas son las patologías más comunes que dependerán de la edad del paciente y de la estación del año”./LDS