La Corporación Colectivo Sin Fronteras y la Coordinadora Nacional de Inmigrantes Chile, junto a otras ONG invitadas, condenaron las medidas del gobierno de Sebastián Piñera para frenar el ingreso de migrantes en la frontera con Bolivia.
Centenares de venezolanos acampan en las calles y plazas de Colchane tras cruzar el desierto de Atacama, donde soportaron temperaturas extremas: muy altas en el día y muy bajas en la noche.
Rechazaron la militarización de la frontera y lamentaron la expulsión de 138 migrantes el 10 de febrero, 86 de ellos en un avión militar que los llevó a Colombia y Venezuela.
“Lamentamos que ante esta crisis, la respuesta del gobierno sea militarizar las fronteras. Las fuerzas militares no tienen formación en términos de derechos de las personas, tampoco directrices de derechos humanos en el control fronterizo. Por lo tanto, esta medida expondrá a mayores riesgos y abusos a los migrantes, que ya se encuentran expuestos a las redes de trata y tráfico, instalando así la violencia en estas dinámicas del delito como prácticas regulares en las fronteras”, indicó la representante de la Corporación Colectivo Sin Fronteras, patricia Loredo.
Las organizaciones humanitarias rechazan las medidas de expulsión colectiva a quienes, por el contrario, requieren de la protección de los Estados.
“Especialmente cruel e inhumana ha sido la expulsión desarrollada el reciente 10 de febrero, la que se gestó bajo procedimientos sumarios. No solo no garantizaron el derecho al debido proceso o el derecho a solicitar refugio, sino que además usaron residencias sanitarias como centros de retención, rodeando estas mismas residencias de funcionarios de Policía de Investigaciones, impidiendo así que las personas que tenían altas médicas se retirarán de estos espacios”.
Por su parte, Macarena Rodríguez, presidenta del directorio del Servicio Jesuita a Migrantes, entidad que brinda apoyo y asesoría a migrantes, expresó: “Es muy impresionante que esta sea la respuesta estatal de Chile, mientras otros países como Colombia —que ha recibido una cantidad aún mayor de personas y que tiene problemas internos importantísimos— hayan sido capaces de mirar esto en una lógica de protección”.
Se calcula que en Chile hay al menos 450.000 venezolanos. El gobierno de Piñera anunció que están programados otros 15 vuelos para deportar migrantes, en su mayoría venezolanos y colombianos.