Ante el aumento de casos de tosferina en las Américas, la OPS llamó a reforzar la vigilancia epidemiológica, monitorear las coberturas de vacunación y cerrar brechas de inmunización, especialmente en menores de cinco años.
Conocida también como coqueluche, se trata de una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se propaga fácilmente a través de gotitas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda.
La enfermedad comienza con fiebre leve, secreción nasal y tos, que rápidamente evoluciona a accesos intensos de tos seguidos de una inspiración ruidosa característica.
Es especialmente peligrosa en lactantes, en quienes puede causar complicaciones graves o incluso la muerte.
En 2025 los sistemas de vigilancia de siete países de la región —Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Paraguay y Perú— han detectado brotes de tos ferina, y de conjunto reportaron hasta mayo 14 mil 201 casos y 93 fallecidos.
En cinco de los siete países de las Américas que enfrentan brotes y cuentan con datos disponibles, las coberturas de la tercera dosis de la vacuna contra difteria, tétanos y tos ferina (DTP3) en 2024 estuvieron por debajo del 95 por ciento recomendado por la OPS.
Ante esta situación, la OPS llama a alcanzar coberturas de al menos el 95% con las tres dosis de DTP en niños menores de un año, y a garantizar los refuerzos durante la infancia y la adolescencia. También recomienda vacunar a las embarazadas —especialmente en contextos de brote— y al personal de salud que está en contacto con recién nacidos.