En una teleconferencia organizada por Cuba Decide, miembros de la oposición criticaron las «detenciones violentas» hechas recientemente en las inmediaciones de la sede de la opositora Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), en la provincia de Santiago de Cuba, y que desde hace tres semanas se mantiene bajo un cerco policial.
El opositor José Daniel Ferrer señaló en un video grabado que mantendrán la huelga de hambre porque las causas que la motivaron «continúan y se agravan día a día».
«Seguimos con nuestra protesta y con nuestro llamado al mundo civilizado a alzar sus voces y a condenar este criminal proceder del régimen unipartidista imperante en nuestra nación», señaló Ferrer, visiblemente frágil, en el video en el que aparecen otros huelguistas, débiles y tendidos en camas, reseñó Deutsche Welle.
El opositor, quien encabeza la protesta, señaló que la tarde del lunes su esposa, Nelva Ismarays Ortega; su hija de 16 años, Fátima Victoria Ferrer, y la activista Yaniris Popa fueron objeto de una «detención violenta» cuando querían asistir a la huelguista Niuvis Biscet, en muy mal estado de salud y que hasta ayer estuvo en huelga de hambre.
El opositor y ex preso político inició el 20 de marzo un ayuno -al que se sumaron activistas y simpatizantes dentro y fuera de la isla- para reclamar el fin de los actos de represión y hostigamiento contra los disidentes, así como contra el cerco policial que mantiene sitiada la sede de la Unpacu.
José Daniel Ferrer, de 50 años, integró el «grupo de los 75» disidentes en el año 2003 durante la ola represiva conocida como «primavera negra», liberados entre 2010 y 2011 con una licencia extrapenal tras un diálogo en el que mediaron la Iglesia Católica y el Gobierno español.
Rosa María Payá, de Cuba Decide, señaló que la situación es «crítica y urgente», en vista de que algunos de los huelguistas han sufrido sangrados, dolores de estómago, mareos y hasta han perdido el conocimiento durante unos minutos.