Opinión · Si hay bonos oficiales adaptados a la realidad debe haber salarios ídem
Rómulo Herrera
Se abre una ventana de esperanza cuando el presidente Nicolás Maduro ordena un aumento de los bonos que otorga el gobierno a través del Carnet de la Patria, “porque son insuficientes”.
“Es mi orden directa que tenemos que ir a una revisión, a una ampliación, a una mejora de los ingresos económicos (…) aumentarlos, mejorarlos, combinarlos con otros bonos para dar una protección verdadera”.
Los bonos oficiales benefician, a jubilados y desempleados que necesitan y merecen la ayuda social, la debida protección del Estado, al fin y al cabo es dinero de ese mismo pueblo necesitado.
Sin tener que analizar mucho, esto implica que quienes son trabajadores al servicio del Estado y del país, también van a tener un aumento en sus ingresos “para adaptarlos a la realidad del país”. Esto es lo justo y lo necesario.
El gobierno sabe que las continuas devaluaciones redujeron el salario mínimo a 3 dólares para los trabajadores rasos y a 6, 10, 12 dólares para los profesionales universitarios. Eso no alcanza para comer.
Tampoco alcanzaban los 30 dólares decretados por el Presidente como salario mínimo el 20 de agosto de 2018, equivalentes a 1⁄2 petro, pero si le agregamos el 1⁄2 petro que le faltó sumaríamos un petro entero, que como está anclado al barril de petróleo al día de hoy, miércoles 16 de junio, se cotiza en 72 dólares con 24 centavos.
Debemos tomarle la palabra al presidente Nicolás Maduro, y rogarle que cumpla y dé bonos y los consiguientes salarios “adaptados a la realidad nacional”, como es su propuesta, aunque recordando también que la realidad internacional es que en Haití el salario mínimo es de 107 dólares… 1 petro y 1⁄2. Ese vendría siendo un salario bajo, pero por lo menos alcanzaría para medio comer y motorizar un poco la golpeada economía.
Esto no es distribución equitativa de la riqueza, ni igualdad de oportunidades, ni la justicia social, a la cual tenemos derecho. Es, simplemente, una cuestión de humanidad.