“Este recorte de la oferta petrolera se anticipa a la incidencia bajista en el precio y la destrucción de la demanda asociada a la recesión económica mundial en ciernes, restableciendo un sesgo alcista que estabilice el precio del barril entre 90 y 100 dólares”.
Así calificó el economista petrolero Rafael Quiroz Serrano la sorpresiva decisión de la OPEP Plus de sacar del mercado dos millones de barriles diarios, a partir de noviembre.
Se había consensuado previamente reducir solo 1 MMB/D, pero en reunión de menos de una hora se decidió por unanimidad ampliar el recorte a dos millones para que pudiera tener efecto en los precios, como en efecto lo tuvo: en menos de 48 horas el Brent del Mar del Norte se cotizó en 94 U$B.
Quiroz advierte que se actuó ante la incertidumbre que rodea las perspectivas económicas, por el impacto de las restricciones en política monetaria que han venido aplicando los bancos centrales y que hacen temer consecuencias desfavorables en la demanda petrolera al aumentar las expectativas de una recesión global, lo que se suma a la persistencia de la política de Covid cero en China.
Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait e Irak mantienen un “cumplimiento apropiado de sus cuotas de producción”, y esto serviría como colchón de seguridad (capacidad ociosa) “cuando más adelante, al entrar en vigencia el embargo europeo petrolero sobre Rusia, y los topes de precios para castigar los embarques de crudo ruso, sea necesario compensar los barriles faltantes por tales medidas, estimados los mismos en torno a 1.25 MMB/D”.
Probable recesión económica
La decisión de la OPEP se dio en reacción a la elevación de las tasas de interés en Occidente, enmarcado en su lucha antiinflacionaria, y sus consecuencias en cuanto a temores de recesión y fortalecimiento del dólar estadounidense.
“En la práctica, la acción de la OPEP+ procura un control del mercado por parte de los países productores asociados en la OPEP+ (23)”, en la búsqueda de la estabilidad de un mercado tan inestable e impredecible, como es el mercado petrolero.
Es decir, según explica Quiroz, intenta hacer frente a las iniciativas del grupo de países consumidores-importadores dirigidas al manejo del precio, alejados de las aspiraciones del grupo de países productores-exportadores.
La guerra y la diplomacia petrolera
Destacó un hecho político de la reunión, como lo ha sido la extensión hasta finales de año 2023 de la vigencia de la propia OPEP Plus, es decir, la Declaración de Cooperación de esta alianza que lideran Arabia Saudita y Rusia.
“Ello cobra relevancia política en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania, y la alineación de intereses entre los países que apoyan a Ucrania, encabezados por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EE.UU.), en contra de los que, abierta o tácitamente, favorecen a Rusia, o se abstienen de condenar su llamada “Operación Militar Especial” en territorio ucraniano, advierte el economista.
Lo aprobado tendría efectos sobre la guerra en Ucrania por el impacto alcista sobre los precios que ayudaría al financiamiento ruso de la acción militar contra Ucrania “más aún cuando está en discusión por parte de la alianza occidental, limitar el precio del petróleo ruso para contener los ingresos externos de este país”.