La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), señaló en un Informe cómo la crisis de servicios públicos en Venezuela complica la respuesta sanitaria a la pandemia del coronavirus.
La escasez de gasolina compromete la asistencia pública, aún cuando «se han reportado esfuerzos por incrementar la producción en dos refinerías”, según detalla el organismo.
“La limitación en la oferta de combustible ha impactado y restringido incluso la prestación del servicio en sectores prioritarios y en la respuesta humanitaria”, detallaron.
Sin combustible suficiente, las ambulancias no pueden trasladar a los pacientes con síntomas de coronavirus a los hospitales, una irregularidad que ha denunciado reiteradamente el diputado y médico José Manuel Olivares.
En ocasiones camilleros y paramédicos han tenido que empujar las ambulancias para llegar a sus destinos, o llevar en camilla a los pacientes por el medio de la calle.
Desde el Delta Amacuro pasan horas en búsqueda de transporte para la ciudad de Maturín, capital del estado Monagas, para recibir atención médica.
La falta de agua por tuberías y las constantes fluctuaciones del servicio eléctrico también impiden brindar una oportuna asistencia social, advierte el informe.
La OCHA también advierte sobre la escasez de gas doméstico y sus efectos sobre la salud. “Un mayor número de personas deban recurrir a la biomasa y leña para cocinar, pese al riesgo de enfermedades respiratorias vinculados”.