La Organización de las Naciones Unidas advirtió que la militarización de las fronteras en Latinoamérica puede producir graves violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos venezolanos que huyen de la devastadora crisis económica y social.
“La militarización de las fronteras de varios países suramericanos como medio para contener la movilidad humana, especialmente la venezolana, es el episodio más reciente de una serie de medidas contradictorias e improvisadas de política migratoria”, dijo el relator especial para derechos de los migrantes Diego Portales, en referencia a la militarización de las fronteras en Perú, Bolivia y Chile.
Reconoció que estas medidas se debieron al incremento exponencial de la movilidad, que obedece a una crisis humanitaria. Advierte que los países no han acompañado esta situación con decisiones lógicas, como el reconocimiento en calidad de refugiados o el otorgamiento de otras formas de protección internacional.
“Durante algún tiempo se mantuvo una política migratoria de acogida hacia las personas venezolanas. Luego, sin embargo, comenzaron a adoptarse medidas cada vez más restrictivas para su ingreso”, agregó González.
“Ante dicho cambio radical en las medidas de política migratoria, los organismos internacionales alertaron de que se produciría un aumento significativo de los ingresos irregulares y del tráfico de personas, con el consiguiente riesgo para las personas en movilidad”, agregó.
Señaló que ahora los gobiernos adoptan medidas de militarización, alegando que con los medios habituales les resulta imposible contener los ingresos irregulares y el tráfico.
“La experiencia comparada, incluso en Latinoamérica, demuestra que el recurso a las Fuerzas Armadas en materia migratoria produce graves violaciones de los derechos humanos de las personas en movilidad y que en modo alguno soluciona el problema, sino que lo acrecienta”.