Felipe González Morales, relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los migrantes, recalcó que ningún país puede expulsar discrecionalmente a personas migrantes, sino que deben considerar solicitudes de asilo, factores humanitarios, vínculos familiares, el mejor interés del niño o niña, el arraigo y otros aspectos, así como asegurar el acceso a la justicia.
La afirmación la hizo en referencia a la decisión de Chile de deportar a cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, que llegaban a pie a ese país cruzando el desierto de Atacama, para entrar por la frontera desde Bolivia.
Se trata de la expulsión de 100 migrantes que «cruzaron la frontera norte con Bolivia por pasos no habilitados y de manera irregular», como había informado el ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado.
Por su parte, David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, se refirió a la expulsión de 86 venezolanos enfatizando que actos como ese no pararán el flujo de la diáspora. “Las deportaciones no van a frenar el deslave humano de venezolanos. No se emigra voluntariamente, se huye forzosamente de la dictadura, son refugiados”.
Un avión de la Fuerza Aérea chilena llegó el pasado miércoles al Aeropuerto Internacional de Simón Bolívar de Maiquetía con los 86 venezolanos de 100 migrantes deportados. Son el primer grupo de cientos de migrantes que serán expulsados, según confirmaron las autoridades chilenas.