«El fracaso a la hora de contener la propagación del virus debido a que no hubo una coordinación internacional suficiente (…) debe hacer comprender a los países que necesitan cambiar de rumbo», advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres sobre la necesidad de trabajar juntos contra el calentamiento global y la construcción de una economía respetuosa del medio ambiente.
«Deben actuar juntos ante la amenaza climática que es mucho mayor que la de la pandemia, puesto que es una amenaza existencial para nuestro planeta y nuestras vidas», añadió el portugués.
«O nos unimos o estamos perdidos», agregó Guterres antes de la apertura de la Asamblea General de la ONU el 21 de septiembre.
Sin embargo, la pandemia quitó protagonismo a la lucha contra la emergencia climática, ya debilitada por la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París y por las reticencias de países clave, como Brasil.
“Vienen cinco años terribles”
La conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26), prevista este año en Escocia, fue aplazada a 2021 debido al Covid-19, enterrando las esperanzas de lograr en lo inmediato un impulso internacional para reducir las emisiones de CO2 y contener el aumento de la temperatura a menos de 2ºC respecto a la era preindustrial.
«Nunca hemos sido tan frágiles como ahora, nunca hemos necesitado tanta humildad, unidad y solidaridad», dijo Guterres. Los últimos cinco años fueron los más cálidos jamás registrados y causaron eventos meteorológicos extremos y el deshielo de los casquetes glaciares a un ritmo que, según los científicos, provocará un alza devastadora del nivel del mar.
«Las expectativas que tenemos sobre los próximos cinco años en cuanto a tormentas, sequías y otros impactos dramáticos en las condiciones de vida de mucha gente en el mundo son absolutamente terribles. Es hora de despertar», conminó, señalando especialmente a los seis mayores contaminantes del mundo: China, Estados Unidos, Europa, Rusia, India y Japón.