*Pagan hasta Bs.80 por un botellón de agua mineral
Luisana Brito.- A raíz de la fuerte escasez de agua que se presenta en el Litoral Central, los vecinos han tomado las vías, y en menos de 48 horas se han originado ocho protestas, lo que ha originado la intervención de los cuerpos policiales.
Aseguran que, al pasar los días, la situación se torna más complicada, ya que tienen más de cuatro semanas esperando una solución por parte de Hidrocapital, y la compañía sólo explica que todo se debe a la “sequía”.
Trancan vía hacia El Rincón
En menos de dos días, los vecinos del sector Las Perlas y El Rincón trancaron la vialidad por tener más de 50 días sin el apreciado líquido.
Ernesto Grimán, expresa estar cansado de tener que cargar agua de la montaña para poder realizar las labores del hogar. “Tenemos dos meses y medios sin saber lo que es tener agua limpia, varias veces he tenido que pagar Bs. 1.600 por un tanque pequeño de mil litros para que me llenen los pipotes”.
Por su parte, Simón López, manifiesta que funcionarios de la municipalidad prometen restablecer el servicio, pero no cumplen con el acuerdo.
“Cuando trancamos la calle, las autoridades acuden al lugar y nos alegan que van a mandar agua, pero con el pasar de los días nos damos cuenta que nos engañan, para que nosotros bajemos la guardia”.
Los Cocoteros se suma a las protestas
Habitantes de la comunidad de Los Cocoteros, Maiquetía, trancaron la avenida principal Carlos Soublette en dos ocasiones, por presentar fallas en el servicio.
Yelitza Pepe, señala que el sector lleva más de 40 días sin el vital líquido, “cada día esta situación empeora más, no es posible que vivamos en un región costera y no tengamos reservas suficientes para todos los sectores”.
“Hemos tenido que pagar varias cisternas a Bs. 1.200 para que me llenen los tanques, dispongo del dinero de la comida para pagar este servicio, que aunque no se crea afecta notablemente nuestro presupuesto”, señaló Harol Gómez.
Bombas eléctricas de agua
Residentes de la comunidad Sorocaima se quejan del abuso de varios vecinos que tienen bombas de agua. “El vital líquido está llegando a las comunidades es por gravedad, y cuando encienden las bombas succionan toda el agua y no llega a varias casas”, destaca Elúz Miranda.
Por su parte, Eduardo Villasana, señala que el agua llega con muy baja presión, “cuando bombean no lo hacen con intensidad y debo cargar los tobos hasta el segundo piso de mi casa para llenar los pipotes”.
María González, habitante de la zona, destaca tener un familiar en condiciones de cama, “mi madre es una a mujer de 83 años de edad, la tenemos que asear varias veces al día y con ésta sequía es muy difícil”.
En El Jabillo se niegan a pagar por cisternas
Habitantes de la zona se niegan a pagar hasta Bs. 3.000 para poder llenar los tanques. Afirman que el Gobierno debería solucionar el suministro de forma gratuita, debido a que dentro de sus obligaciones está encargarse del buen funcionamiento de los servicios públicos, aunque la ciudadanía deba pagar a las distintas empresas.
Nora González, residente del sector, acotó que mucho de los vecinos reciben agua directamente de la montaña, pero esto no les confirma tener diariamente sus recipientes llenos, ya que las tuberías se encuentran en mal estado.
Bs. 80 botellones de agua mineral
Francisco Gil, habitante de Sorocaima, asegura comprar de 8 a 10 botellones de agua tratada, “en la casa todos tenemos que bañarnos y cepillarnos con los garrafones”.
Indica que cada botellón le sale en Bs. 60, pero debe pagar una recarga de Bs. 20 para que se la lleven hasta la puerta de su casa.
Cargan agua en carretilla
Leonardo Vásquez, manifiesta que cada cuatro días debe trasladarse hasta el Tanque de “Inos”, ubicado en el sector El Rincón, para poder abastecerse de agua potable. “Soy una persona mayor que debe cargar agua para que mi señora pueda cocinarle y lavarle la ropa a mis hijos. Mi único vehículo de transporte es mi carretilla, y considerando el trayecto, la distancia es bastante larga”.
Informa que el lugar tiene varias semanas con una de las bombas dañadas, por ello es que no llega el agua con facilidad, “en los sectores bajos de Maiquetía nos suministran el servicio por gravedad”.
Agrega que cuando el pozo no tiene agua, se trasladan hacia el Río de Piedra Azul, “los vecinos del lugar nos facilitan las mangueras para llenar los bidones”.
Pagan un servicio que no reciben
Afectados destacan que de no restablecer el servicio van a llegar hasta las últimas consecuencias. “No es posible que aquí nos llegue un recibo de corte por parte de Hidrocapital cuando no disfrutamos de ese beneficio”, señala Fernanda de Gil.
Asegura que esperan para los próximos días puedan contar con el vital líquido, si no somos beneficiados volveremos a trancar las calles, ya estamos cansados de esta situación”. LB/kb Foto: Silvia Santaella