Obispo González: La fe verdadera se expresa con una actitud optimista

En la bendición del mar pidió reconocer el esfuerzo de vida de los pescadores que nos traen el alimento

Laura De Stefano

“La fe verdadera lleva a que la gente alimente la esperanza y qué es alimentar la esperanza, es creer que con Dios saldremos adelante”, fueron las palabras pronunciadas por monseñor Pablo Modesto González, obispo de La Guaira, en la misa de resurrección y bendición del mar en el Paseo la Marina de Catia la Mar.

Este domingo nos recordó que la fe verdadera se expresa con una actitud optimista y que en este Año Jubilar el Papa nos invita a hacernos peregrinos de la esperanza. “La gente ya no sueña, ya no alimenta ese futuro querido ni ese deseo de cambio de la certeza de que con Dios vamos a cambiar las cosas. Por eso queremos pedirle que nos dé esa esperanza”.

Puso como ejemplo a la madre Carmen Rendiles, una muchacha que no fue aceptada en las congregaciones porque le faltaba un brazo. Pero, la fe quiso que esta mujer luchara contra todo y no solamente pudo ser religiosa, sino que además formó una congregación e impulsó hospitales de la nada.

El otro ejemplo es José Gregorio Hernández, otro soñador más. “Todos los grandes santos que se han destacado en el mundo religioso y en el mundo civil han sido personas que han logrado soñar, porque saben que Dios quiere que caminemos en función de ese futuro querido por Dios hacia nosotros los cristianos”.

Pidió que esta celebración active nuestros corazones y la esperanza como actitud fundamental para poder vivir, porque una persona pesimista ha perdido ya mucho de lo que quiere lograr.  “Necesitamos la fe y la esperanza que nos lleven a la caridad, que podamos acrecentar los valores que le den un sentido a nuestra vida”.

Monseñor recordó que la resurrección en el fondo es activar nuestra confianza en el Señor. Tener fe no es saber que Dios existe, el diablo sabe que Dios existe, tener fe es confiar nuestra vida a Dios. El cristiano tiene que aprender a ver en el invisible, estar seguro de qué Dios está con él”.

Es celebrar con la certeza de que el bien está por encima del mal, aunque a veces la vida cotidiana pareciera que le diera razón al mal y que no hay salida. “Pero, tenemos que aprender a tener una perspectiva positiva en la vida. No podemos vivir acentuando lo negativo, hay mucha gente que está en nuestra sociedad llena de pesimismo”.

El obispo manifestó que si logramos que esta Semana Santa vaya humedeciendo nuestro corazón e introduciendo a Dios en nuestra vida como un valor, lo que implica estar con Él, hoy además del desafío de celebrar a Dios vivo, que no puede ser nada más una acción de boca para afuera, lograremos que se convierta en una actividad eterna.

Cuidar la naturaleza y honrar a los pescadores

Señaló que este domingo también es un día para homenajear a todas estas personas que viven de la pesca. “Hoy es un día para reconocer a nuestros pescadores que nos traen el alimento, reconocerles su sacrificio y esfuerzo de vida. Pero, también es un día para pedirle a Dios que consagre nuestra vida y cuide ese mar”.

Monseñor reflexionó sobre las bendiciones del mar que nos provee de alimentos, pero también el mar se convierte en un desafío y se pregunta hasta qué punto lo estamos cuidando para mantenerlo limpio.

“Esto no es cosa del gobierno, sino de todos desde el más pequeño hasta el más grande. Por supuesto las instituciones gubernamentales deben promover y velar, pero somos nosotros como cristiano quienes debemos cuidar la naturaleza”.

En la celebración eucarística participaron los sacerdotes de las 10 parroquias eclesiásticas de la zona pastoral de Catia la Mar estas son Las Tunitas, Vista al Mar, Mamo, la Páez, la Soublette, Guaracarumbo, Zamora, Mirabal, Playa Grande y el Santuario José Gregorio Hernández. Este año estuvo como invitada la parroquia de Pariata, que es de la zona pastoral centro.

El padre Alfredo Bustamante, párroco del templo jubilar Sagrado Corazón de Jesús, agradeció a todos, en especial al gobernador José Alejandro Terán por la logística, al alcalde José Manuel Suárez, a los cuerpos de seguridad, a la Armada y a todos los feligreses que masivamente acudieron al Paseo la Marina a festejar la pascua.

Al final, el obispo de La Guaira regaló a todos los que allí se encontraban reunidos una sorpresa, y esa sorpresa fue que con el Ministerio de la Música de la Páez y guitarra en manos interpretó una canción de alabanza a Dios.

Fotos: Antonio Domínguez

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