Laura De Stefano
En la eucaristía de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, celebrada ayer en la Catedral, el obispo de La Guaira Raúl Biord bendijo a las autoridades regionales y municipales electas a quienes les pidió promover el bien para el pueblo aunque “estarán sometidos a muchas tentaciones por estar en el poder”.
“Pedimos la bendición de Dios sobre su gestión, que ilumine sus inteligencias, anime sus corazones para sufrir con el sufrimiento de los pobres, para gestionar y administrar los recursos con total transparencia para el bien común”.
Dijo que hay mucho por hacer en el estado como mejorar los servicios públicos y la producción de bienes “Yo personalmente les pediría que cuiden mucho a las comunidades lejanas, en especial a las poblaciones campesinas de la montaña que requieren una mejora de la vialidad agrícola y mejores condiciones para la producción y comercialización. A las comunidades de la costa que necesitan más apoyo para sus actividades de pesca, agricultura y turismo, y a los barrios más pobres”.
Les recordó que un gobernante debe ser como un papá: quiere a todos los hijos, pero le dedica más tiempo y recursos al que más lo necesita, y en este caso son los más pobres y alejados del centro. “Rezamos a Dios por el gobernador, el alcalde, los consejos legislativos y municipales, por todos sus equipos. Cumplan las funciones que la Constitución les asigna, para bien de nuestro pueblo guaireño”.
El gobernador José Alejandro Terán, acompañado del alcalde José Manuel Suárez, de los legisladores y concejales, agradeció a la Iglesia por reunirlos en la Catedral para elevar sus oraciones a Dios, a quien pide les conceda sabiduría y humildad de corazón para comportarse como buenos padres.
Dijo que ellos albergan profundos valores cristianos que los comprometen a ser fieles a la palabra y a trabajar como un padre de familia, no solamente para darles lo que necesitan sino para orientarlos y corregirlos con carácter.
Terán comentó que la gran misión a realizar en los próximos años tiene que ver con el elemento formativo y pedagógico. También con preservar al pueblo de La guaira en unidad, más allá de las ideologías y creencias. Pidió a los sacerdotes no dejarlos solo en esa misión.
Se declaró fiel admirador de la labor social de la Iglesia católica y de Cáritas de Venezuela, en especial de La Guaira, por su extraordinario trabajo en cada una de las comunidades más necesitadas con sus 40 comedores. Reconoció la labor de monseñor Biord por ser un obispo de los humildes y de los sacerdotes que no hacen alarde de sus trabajos sociales.