*Imploró que los hospitales sean cada día más casas de misericordias
Laura De Stefano
Un reconocimiento a todo el personal de la salud, “cuyas manos tocan en los enfermos la carne sufriente de Cristo”, pidió monseñor Raúl Biord, obispo de La Guaria, en su homilía por el 164º aniversario de la aparición de la Virgen de Lourdes y por la Jornada Mundial del Enfermo celebrada ayer en Maiquetía.
“Ustedes pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre. Sean conscientes de la gran dignidad de su profesión, como también de la responsabilidad que esta conlleva. Su servicio al lado de los enfermos, realizado con amor y competencia, trasciende los límites de la profesión para convertirse en una misión”.
Destacó que hace treinta años, San Juan Pablo II instituyó esta jornada “para ayudarnos a crecer en el servicio y en la cercanía a las personas enfermas y a sus familias”.
“El Papa Francisco, en su mensaje para este día, nos invita a ser misericordiosos como el Padre (Lc 6,36), a mirar hacia Dios ‘rico en misericordia’ (Ef 2,4). La misericordia es fuerza y ternura a la vez, regalo de Dios siempre dispuesto a darnos nueva vida en el Espíritu Santo. El testigo supremo del amor misericordioso del Padre a los enfermos es Jesucristo, que ‘recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente’ (Mt 4,23)”.
Monseñor Biord manifestó que la Jornada Mundial del Enfermo es una ocasión propicia para centrar nuestra atención en los centros de salud y pedir que sean cada día más casas de misericordia. “Los hospitales, dispensarios y centros de salud son obras valiosas mediante las cuales la caridad cristiana toma forma y el amor de Cristo ser vuelve más creíble”.
Dijo que esta jornada también nos invita a reforzar en cada parroquia la pastoral de la salud, la visita a los enfermos que expresa una misericordia pastoral. “Se trata de ofrecer a los enfermos y a sus familias la cercanía de Dios, su bendición, su Palabra, la celebración de los sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y maduración en la fe. Visitar a los enfermos es una invitación que Cristo hace a todos sus discípulos”.
Venciendo las dificultades
“Hoy rezamos por todos los enfermos y sus familias. Los encomendamos a la intercesión de la Virgen de Lourdes, que en Maiquetía ha hecho un segundo hogar, gracias a la devoción del padre Santiago Machado, quien construyó una la plaza donde nos encontramos, erigió una gruta e instituyó la peregrinación desde La Pastora hasta Maiquetía en 1884”.
Envió un cariñoso saludo a todos los peregrinos que vencieron las dificultades para traer a la imagen de la Virgen por el camino de los españoles. “Toda peregrinación es símbolo de la vida: subidas y bajadas, algún tropezón o una pequeña caída, cansancio y reposo, proponerse una meta y coronarla, ofrecer a Dios el sacrificio de tantas horas bañadas con la oración y la alabanza”.
El obispo Biord finalizó pidiendo a la Virgen de Lourdes, reina de Maiquetía, por la Diócesis de la Guaira y por la parroquia dedicada a San Sebastián que mantiene esta tradición desde hace 138 años.