Luis López.- “Esta Ley de Aduana viene con su ataúd al lado, porque fue magnificada con sumo grado en cuanto a todas las consecuencias que atañen no solamente al agente de aduana, sino a la cadena logística, desde el naviero, importador, agente de aduana y los estibadores hasta el gandolero. Todos estamos inmersos en esa ley confiscatoria y punitiva”, expresó Eduardo Quintana, presidente de la Cámara de Comercio.
Indicó que habrá quienes considerarán algunos artículos que tienden a la modernidad, pero los tiempos y espacios con que se hizo no se cumplieron. “No hubo un ¢vacatio legis¢ para analizar una ley que aprobaron en noviembre e implementaron un 19 de enero. Se dejó pasar diciembre en medio de la festividades y no se tomaron en cuenta las consecuencias nefastas que tiene en su aplicación”.
Acotó que entre lunes y martes, a dos días de entrar en vigencia, los funcionarios del Seniat desconocían cuál era la realidad, que no solo afecta al sector importador sino a los auxiliares y al sistema aduanero en general.
“Aquí el cumplimiento, los plazos y sanciones están por demás afectando toda la cadena logística y el agente de aduana en orden directo tendrá que buscar cómo ajustar sus tiempos para hacer una debida presentación”.
Informó que se requiere organizar al importador para que entienda que es el eslabón importante en esta cadena, para que las consecuencias no afecten a todo el ramo. No solamente en el aspecto de tramitación, importación y comercialización, sino el efecto que puede tener a futuro en la cadena de abajo, que es el abastecimiento.
Explicó que no sabe cómo el Gobierno y los que hicieron los análisis no consideraron las consecuencias que dejarán esta nueva tramitación aduanera en la economía del país./ar