Un total de 68 reos fallecieron y otros 25 resultaron heridos en una nueva masacre registrada en la penitenciaría de Guayaquil, situada en el suroeste de Ecuador, informó el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena.
En una rueda de prensa, el gobernador indicó que los enfrentamiento ocurrieron la madrugada del sábado en el pabellón dos, donde hay un promedio de 700 personas privadas de la libertad.
El enfrentamiento se desató debido a que las bandas se disputan el liderazgo en el pabellón pues su cabecilla fue puesto en libertad recientemente, informó en la rueda de prensa la comandante general de la Policía, Tanya Varela.
La policía recibió una alerta por disparos y entraron a controlar el brote de violencia. Salieron de allí porque “las condiciones fueron adversas toda la noche”. Los presos llevaban armas largas, cortas y hasta explosivos. “No eran las condiciones para una intervención y se buscaron otras estrategias”.
Durante la cacería que duró toda la noche, los presos transmitieron desde sus teléfonos móviles en vivo a través de Facebook para mostrar lo que estaba pasando y suplicar ayuda al Gobierno. No había luz y sonaban disparos constantemente.
Se trata de un episodio similar al enfrentamiento entre bandas criminales de finales de septiembre, que se cobró 119 vidas que fueron apareciendo a medida que la policía entraba a la prisión a tratar de retomar el control pabellón por pabellón. Ha sido el incidente más grave del sistema penitenciario ecuatoriano y motivó al presidente Guillermo Lasso a declarar el estado de emergencia en todas las cárceles del país.
Quedan apenas dos semanas para que termine el plazo de excepción y desde entonces no han parado las muertes de presos. El último reporte grave hablaba de siete internos ahorcados.