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Núcleo litoral de la USB continúa esperando por su culminación

La casa de estudios tiene 10 años funcionando en esta sede incompleta

Desireé Castro.- Después del deslave de 1999 donde se perdieron todos los edificios, a los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, núcleo litoral, les prometieron una sede con la infraestructura adecuada para desarrollar sus carreras. 10 años después sigue sin concluir.

La falta de espacios ha hecho que los coordinadores deban compartir cubículos. “En la planta baja del edificio de aulas está el personal administrativo, coordinaciones de carreras, prensa, investigación, desarrollo estudiantil, psicología y enfermería. Hay hasta dos  y tres coordinaciones en un mismo cubículo porque no contamos con más”, dijo Elis Dorante, secretario general del centro de estudiantes.

Explicó que tampoco gozan de un lugar para que los alumnos esperen los autobuses, por lo que utilizan la plaza techada como un terminal abierto. También, mostró que otros espacios sin completar son el auditorio, el comedor de estudiantes y profesores y el anfiteatro.

Utilizan el auditorio en obra gris   

Para que los alumnos conocieran su universidad, desde hace unos trimestres el centro de estudiantes se ha encargado de realizar actividades en el auditorio para infundirles sentido de pertenencia.

“Aunque no está terminado lo hemos usado para generar conciencia en los estudiantes, para que desarrollen sentido de pertenencia. Es difícil porque hay que limpiar la tierra, pero ellos no sabían que existía”.

Manifestó que el lugar terminado se podría utilizar para generar ingresos a la universidad, sin embargo, la falta de presupuesto no ha permitido que esto sea posible.

Restaurante Escuela Camurí Alto tampoco ha visto luz

En el edificio del comedor también debería funcionar el RECA. Es “la joya de la corona de la universidad”, donde los estudiantes de Gestión de la Hospitalidad y Administración Hotelera hacen sus prácticas profesionales.

Declaró Dorantes que es allí donde llevan sus estudios a la parte real, realizan sus prácticas de cocinas y tienen que atender a los comensales del restaurante por su cuenta completamente, desde la recepción, preparación de las comidas y las compras.

“Actualmente tenemos un problema con el RECA porque no hay presupuesto para que los muchachos compren los alimentos para realizar sus prácticas, por lo que tienen que servir solo cierta cantidad de comida por día”.

Agregó que no tienen mucha demanda, “porque como todos somos estudiantes se ven muy limitados. El servicio es muy profesional. El platillo cuesta Bs. 6.000 para los estudiantes y profesores y Bs. 8.000 para quien guste visitarnos. Lo que se ofrece es muy completo porque vienen hasta con el postre”.

La comida para los estudiantes es cada vez menos

Todo lo que se sirve en la bandeja del comedor debe tener un precio de Bs 1.080, lo que no alcanza para cubrir sus necesidades calóricas. Anteriormente a los estudiantes se les daba una comida completa, ahora solo es seco y frutas, sin jugo ni sopa.

“Aparte de las bandejas, el Ministerio nos asigna una cierta cantidad de proteínas (carne, pollo, cochino). Sin embargo desde hace un mes no hemos recibido nada de ese convenio”.

Comentó que esas carnes no nos llegan directamente aquí si no que “tenemos que buscarlas en los autobuses hasta la Universidad Marítima porque hay un problema con el código de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro)”.

Aseguró que por esta razón mucha carne se ha perdido. “El año pasado se quedaron proteínas guardadas en las neveras de la Marítima y esos más de 200 kilos se pudrieron. No las pudimos traer porque no tenemos cavas para transportarlas”.

Burocracia universitaria frenó la donación de un motor

En el cementerio de aeronaves, donde los estudiantes realizan sus prácticas, el motor más moderno lo donó hace algunos años una aerolínea. El año pasado Aeropostal quiso darles una más nueva, pero la cantidad de trámites impidió que fuera posible.

“Aeropostal quería donar un motor para la universidad. Estaban dando todo y pagarían hasta la base donde sería colocado, pero los procedimientos administrativos lo retrasaron todo. Además, tenían que pagar Bs. 50.000 para la grúa, dinero que fue aprobado y nunca lo dieron”./jd

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