*La mayoría de los hechos se dieron en la parroquia El Junko
María Elena Moreno
memlaverdad@gmail.com
Con un total de seis muertes violentas cerró noviembre, lo que representa una disminución de 14,28% respecto al mismo mes del 2016 y un incremento superior al 100% respecto a octubre de este año.
Dos de los seis homicidios ocurrieron en la parroquia El Junko. Uno de ellos conmocionó a los habitantes del kilómetro 28 de El Junquito, donde encontraron decapitado a Cruz María Castro (61), y su cabeza tirada a unos 20 metros. Por este hecho fueron detenidos por investigaciones su mujer e hijastros.
El segundo hecho fue el hallazgo de un cuerpo en avanzado estado de descomposición en el interior de una quebrada en el kilómetro 23 de El Junquito, tratándose de un sujeto que estaba recluido en el centro de rehabilitación Okeima, adscrito a la misión Negra Hipólita.
Cerca de esta parroquia, en Carayaca, específicamente en El Pozo, fue encontrado en la acera el cuerpo de un sujeto con impactos de escopeta y quemaduras en las extremidades, que estaba encaramado en un poste eléctrico robando cables, el caso sigue en investigación.
Por venganza, le quitaron la vida a Juan Daniel Rangel González (20) en el sector de Mañonga, parroquia Carlos Soublette, cuando visitaba a unas amigas.
Se presume que también por venganza y resistencia al robo fue ultimado Eusebio Alberto Villarroel (58) en el interior de su taxi a la altura de Guanape II. Llegó al Seguro Social con vida y allí falleció.
El último fue Jesús Darío Gil Ávila (33), quien tuvo un altercado con una pareja de huéspedes de la Asociación de Profesores de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Aproupel). Aunque de primer momento se presumió que su pareja fue la autora del crimen, luego de interpelarla contó que fue asesinado a golpes por la pareja de la joven a la que le estaba coqueteando./va