Luis López.- Jaqueline Peña vive con sus cuatro hijos y su pareja. Tiene un hijo adolescente, de 14 años, que no quiso seguir estudiando y solo culminó el sexto grado. Hoy ayuda a un conocido en un taller para lograr algunos ingresos.
Al referirse a los programas sociales, fue enfática al señalar que nunca ha sido beneficiada con estos, y sobre todo ignora lo que es Madres del Barrio porque le prometieron ayudarla y la dejaron fuera.
En su vivienda, dijo que el mayor beneficio es el agua de la montaña, que les llega cada dos días, de resto sobreviven entre tablas y láminas de zinc, y sin apoyo oficial para mejorar las estructuras.
Destacó que desde hace 17 años vive en esas condiciones. “Al rancho no se le puede meter mano porque no habrá cómo comprar comida. Mi esposo gana salario mínimo, y con eso se vive, como se puede”.
Solo yuca y pescado
Hizo referencia a que a diario por lo general consumen una comida, porque las colas no les garantizan los productos. “Un día solo se comió yuca y pescado porque no hubo harina, ni arroz. El desayuno se hace a veces”./ar