* Familiares denuncian que durante las horas nocturnas, hasta cinco tumbas son profanadas para hacer trabajos de santería con los huesos
Luisana Brito – En un recorrido por el Cementerio de Guanape, en La Guaira, se pudo observar que hay más de 10 tumbas profanadas; algunas muestran a simple vista huesos humanos, e incluso animales en descomposición. Familiares que van a visitar a sus difuntos, denuncian que las mismas son abiertas por personas que venden los restos para hacer “trabajos” de santería.
Explican que la culpa no es de los trabajadores que se encargan de mantener el camposanto, sino la falta de “mano dura” contra los delincuentes que ejecutan este tipo de delito, ya que, no es la primera vez que se presentan situaciones de esta índole. Además, ellos poseen un horario laboral, que va desde las 9:00 am hasta 4:30 pm, por lo que después de terminada su jornada, no se hacen responsable de lo que pueda ocurrir en el lugar.
Señalan que la falta de vigilancia policial y alumbrado, representan factores que propician el hurto de las láminas de acero. “Después de las 6:00 pm no podemos venir al cementerio porque queda en total oscuridad. Es necesario que coloquen cercas eléctricas”, expresa Elías Monasterios.
Destaca que hace menos de 15 días enterraron a una vecina y a la semana fueron a llevarle flores y consiguieron la urna abierta y el cuerpo sin el cráneo.
Por su parte, Frank Rodríguez, expresa que ya no respetan a los muertos ni el dolor ajeno. “Los delincuentes tratan de buscar las tumbas que son de cemento porque con una mandarria se abren fácilmente. Este tipo de situaciones no pueden seguir presentándose, es necesario que la municipalidad fomente un plan contundente. Tienen que hacer cumplir la decisión de los fieles difuntos”.
Belkys Azoca, por otra parte, asegura que en el lugar, al entrar, se encuentra con auyamas y cintas de colores. “Alguna mafia y complicidad debe haber para que se presenten este tipo de irregularidades. Los santeros vienen hacer sus ritos y dejan esto extremadamente sucio. Hemos visto como, a plena luz del día, entierran animales en las caminerías y no hacen nada para acabar con esas irregularidades. Ellos saben lo que está pasando, porque nosotros colocamos las quejas”.
Prefieren cremar a sus muertos
Aidé Tovar, vendedora de flores en el camposanto, explica que las ventas están bajas porque debido a los constantes robos, los familiares prefieren cremar a sus muertos.
“Entre semanas son muy pocos los que vienen y los fines de semana no se ve como antes; mayormente esto se pone full los días del padre y la madre. La cremación sale más costosa, pero nadie perturba la tranquilidad de los muertos”. LB/mp
