Sin tensiómetro se encuentra el ambulatorio Carlos Soublette, en Caraballeda, por lo que a los pacientes se les ha dificultado recibir un diagnóstico claro por parte de los médicos del centro.
De los 6 pacientes que se encontraban en la sala de espera para ser atendidos, 4 de ellos manifestaron ir por algún problema de tensión.
Relacionan sus malestares con la reciente crecida del río de la zona, por lo que muchos han presentado ansiedad, nervios y estrés.
«Sufro de hipertensión y acudí al ambulatorio porque me sentía mal. Los médicos me están atendiendo, pero no saben a ciencia cierta cuál es la cantidad de tratamiento que me tienen que poner porque aquí no hay tensiómetro», detalló Luisa Piña.
Guillermo Azócar le pidió a su hija que fuera a casa a buscar el equipo que él usa. «A estos niveles de indolencia llega el Gobierno regional, que no dota de materiales y otros insumos a los ambulatorios»./NM/jd