Los conductores de la ruta Santa Ana, Maiquetía, afirman que sus ganancias las invierten en el mantenimiento de los rústicos y no les alcanzan para cubrir los gastos del hogar.
Oswald Hinojosa asegura que deben endeudarse para mantener sus vehículos operativos. “No hay repuestos y cuando llegan están carísimos. Muchos recurren a créditos bancarios o se rebuscan matando tigres como mecánicos”.
Indica que de tres rústicos de la ruta solo dos están operativos, y a duras penas, gracias a la colaboración de sus compañeros de Quenepe.
“Mi carro tiene más de un año sin vidrios porque no los consigo, y tampoco he podido hacerle trabajo de latonería por falta de thinner, la plancha, la pasta y la pintura. Gracias a Dios le hago la mano de obra, porque no baja de Bs. 200 mil”.
Por su parte, Marcos Durán comenta que cambia los cauchos cada seis meses, pero cada tres debe hacerle mantenimiento general al vehículo. Los neumáticos los manda a buscar para Valencia y les salen en Bs. 50 mil cada uno, tres veces el precio establecido.
“Estamos trabajando con las uñas para no dejar varados a los usuarios, quienes constantemente se quejan por la falta de carros. La mayoría está accidentada por motor, cauchos, rolineras, caja y transmisión”.
Esperan hasta dos horas por carro
“Llegamos a la parada a las seis de la tarde, y pasan las nueve de la noche sin que lleguen los rústicos”, advierte Rosa Abreu.
Asevera que todos los días pasan por lo mismo por la falta de unidades
El desespero y la angustia hacen que entre los mismos usuarios ocurran altercados porque todos quieren llegar a sus casas y hay quienes tratan de colearse.
Virginia Guzmán tiene más de un año afrontando largas esperas en la parada y a veces paga una carrerita en Bs. 300 para llegar a su vivienda. “Pero no siempre tenemos ese dinero. Las autoridades deben ayudar al sector transporte porque los principales perjudicados somos nosotros.
Asegura que en algunas oportunidades los autobuses de El Rincón prestan la colaboración. “¿Hasta cuándo estaremos sumergidos en la desidia? Ya es hora de buscar soluciones, porque vamos de mal en peor”. LC/ep