“No admitiremos las pretensiones ilegales por parte de Guyana”
“El Gobierno Nacional, debe asentar por escrito y con firmeza, que no admitiremos las pretensiones ilegales por parte de Guyana, ni el acompañamiento de esos pasos contrarios al Derecho Internacional por parte de sus gobiernos y de empresas transnacionales que explotan ilegalmente riquezas en el Territorio Esequibo en reclamación”, expresa Manuel Isidro Molina, coordinador del Movimiento Popular Alternativo.
Indica que el gobierno de Guyana continúa su campaña ofensiva contra Venezuela, mientras el país carece de una política coherente, firme y consensuada en torno a los intereses estratégicos nacionales en general, particularmente frente al despojo del Territorio Esequibo, cometido por el imperio colonial británico en el siglo XIX.
Sostiene que el canciller de Guyana, Robert Persaud, acaba de extremar los abusos de su gobierno contra los derechos irrenunciables de Venezuela, reclamados por todos los gobiernos venezolanos desde 1822 hasta el presente.
“El robo territorial británico comenzó en el siglo XIX con mapas forjados, ilegales y nulos de toda nulidad, y ahora Guyana pretende extinguir los mapas de Venezuela que incluyen, como debe ser, el vasto territorio en reclamación, asentado en el Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado por los gobiernos de Caracas, Georgetown y Londres con patrocinio de la ONU”.
Añade que desde el MPA están proponiendo la creación legislativa del nuevo “Territorio Federal Esequibo” con espacio idéntico al territorio en reclamación, incluyendo su mar territorial y la zona económica exclusiva, que de aquel deriva, inextricablemente.
Llama a la unión nacional frente a esta nueva agresión del gobierno de la República Cooperativa de Guyana, a la cohesión estratégica de las instituciones del Estado, todas las corrientes políticas, religiosas, económicas y sociales del país, junto a la FANB como garante de la independencia, integridad territorial y soberanía nacional, para tomar las acciones pertinentes que garanticen en los planos diplomático, jurídico y militar la firme defensa de nuestros derechos históricos irrenunciables, dentro del Acuerdo de Ginebra y la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia./at